Notas azules 2/2

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-¿Así que no te escribió?- me preguntaba Hanna mientras desayunábamos.

-Nop- agarre mi café y tome de el.

-Este ahora será coronado como el capullo de los capullos-

-Hanna, tranquila, ni siquiera lo he visto en estos días-

-Si importa- dijo un poco molesta -Te mando notas azules como un caballero, luego no te envía mensaje y desaparece por una semana y media-

-No sabemos si el tomo la nota o si perdió su celular, yo que se Hanna y si lo hizo porque no quiso, pues esta bien- levante ligeramente los hombros y le di una mordida a mi pan.

Hanna soltó algo parecido a un gruñido y mordió con enojo su sándwich.

Tome mi cartera y coloque el dinero de mi desayuno en la mesa mientras me levantaba -¿Segura que no quieres que te lleve?-

Asintió como niña pequeña con la cabeza y se limpió la boca -Si, entró hasta las 10, así que tranquila, créeme no me perdería la oportunidad de subirme a una motocicleta contigo- giño un ojo y me sonrío.

Negué con la cabeza y me despedí.

No los aburriré con detalles, llegue a la uni, tome clases, pelee con algunos profesores y salí.

Caminaba a mi motocicleta mientras escribía un mensaje a mamá.

Yo - ¿Paso por ti para el partido?
Mamá ♡︎ -No te preocupes cariño que yo ya llegue.
Yo - Sale mamá, nos vemos allá, besos.

Apague mi celular y lo guarde en una bolsa de mi chaqueta, levante la visa y por un momento me quede quieta, tome aire y seguí caminando, pero su voz, me detuvo por completo.

Max estaba parado frente a mi con la cabeza bajo, recargado en una camioneta Jeep blanca y un cigarrillo en la mano.

Su voz era muy diferente a como la recordaba, tal vez por la distancia, lo que decía o el tono que usaba, pero venga voz que se carga.

Es un poco ronca, gruesa, pero suave, pareciera que nada la puede alterar.

-Hola a ti también- levantó un poco la vista y sus ojos se encontraron con los míos, eran de un color café casi oscuro, profundos, pesados...

No dije nada, el tampoco y pareció que fue toda la conversación, tiro su cigarrillo, lo piso y camino hacía la puerta del copiloto del Jeep, pero antes de pensarlo me escuché decir a mi misma -Después de no escribirme pensé que no querías que te hablara-

El giro la vista hacía mi y parecía confundido y lo que dijo solo me lo confirmó -Pero si te e escrito el día que me dejaste la nota- camino hacía mi y volvió a recargarse en el Jeep

-Pues yo no e recibido nada, tal vez te has apuntado mal el número-

Levantó una ceja y se cruzó de brazos -¿Yo lo escribí mal? Tal vez lo has echo tú-

-¿Cómo crees que yo escribí mi número mal?-

-Venga, te dire el número que me diste- camino de nuevo a la puerta de la camioneta y saco de adentro mi nota rosa, la desdoblo y vi el número.

-Oh, escribí mi antiguo número, ahora este es de mi hermano menor- sonreí un poco y me pase la mano por el pelo -Préstame tu celular- extendí mi mano, el con un poco de desconfianza me lo presto, a note mi número y me marque -Listo, ahora si no hay errores-

No existe el "Para siempre"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora