No existe el "Para siempre"

Todos se van.

-¿Entonces ya no le vas a hablar?- preguntaba mi psicóloga.

-No lo se, es más complicado que eso-

-Sam, ya hemos hablado de esto, necesitas abrirte-

-Este domingo salí con un chico-

-¿Y qué hicieron?-

-Hablamos-

Mi psicóloga puso su libreta en la mesa y me miro fijamente -¿Hablaron?

Suspire y sonreí -Esta bien, el hablo. Me conto de la universidad, su familia, de su equipo de basquet y más cosas, la gente narcisista es fácil de manipular para que solo hablen de ellos, no les cuesta nada-

Paso algunos dedos por el tabique de su nariz y respiro -Sam, las cosas no son así, debes confiar-

-¿Para qué?- pregunte molesta -Si al final todos...- me corte a mi misma

-¿Qué?, ¿Se van?-

-Si doctora, se van- sonreí, pero era una sonrisa irónica, de dolor.

-Sam, no es así-

-Claro que si, al final todos se van, lo tengo muy en claro desde los 13 años-

-Sam, el se fue, pero no todos lo hacen, Hanna esta contigo, Logan también, y tu familia, esa nunca te dejara, la vida es difícil, no sabemos con quien hablamos o cual es su plan en nuestra vida, pero debemos arriesgarnos, no podemos vivir en una burbuja-

-Pero estoy segura ahí- pase mi mano por mi mejilla y limpie una lagrima que bajaba por ella.

-Lo se, pero no puedes estar siempre ahí-

Y sabia que tenia razón, pero joder, no estoy lista para esto, para enfrentar al mundo y a su gente, para abrirme, para conocer más gente, para que entre a mi vida y sepa como soy en realidad, para que pueda lastimarme.

A pasado una semana y sigo sin hablar con Max, algunos días me mando mensaje preguntando sobre lo que pasaba, en la universidad evitaba verlo y salía lo más rápido posible.

Intente hablarle y explicarle lo que pasaba, pero si lo hacia solo sabría más de mi, solo me abriría más y eso es demasiado difícil para mi, tal vez no lo entendería, tal vez solo empeoraría las cosas de alguna forma.

Lo peor de esto es que tal vez me atormentaba más no decirle que decirle.

-

Esta semana tuve que caminar al trabajo, la moto necesitaba unos arreglos en los frenos y estaba en el taller, mamá estaba en el turno de la noche así que tampoco era opción, no era exactamente malo caminar, pero en la noche era difícil.

-¿Segura que no quieres que te lleve?-

-No Tom, gracias, vivo al lado contrario que tu-

-No me gusta que camines sola a esta hora-

-Siempre traigo mi gas pimienta, puedo correr y se defenderme-

-Aun así-

-Tom, no me vas a convencer-

Agacho la cabeza y paso la mano por su cabeza -Esta bien, activa tu localizador por favor, me hablas cualquier cosa y me escribes cuando estés en tu casa-

Puse mi mano en la cabeza como saludo de soldado y sonreí -Si general-

Negó lentamente y subió a su carro.