Luego de ese día Max y yo comenzamos a salir más seguido, había días buenos y malos, pero creo que ese es el punto de una relación, que los problemas que se presenten enfrentarlos juntos, saber que están el uno para el otro, o bueno, eso es lo que siempre nos dicen en las películas y en los libros, sin embargo a veces es más difícil sobre llevar algo con alguien, la gente no se abre con esa facilidad puesto que, ¿Quién podría entender lo que esta en tu cabeza si ni tu lo entiendes?
Actualmente íbamos camino al hospital a visitar al hermano de Max, el hospital estaba a unas horas ya que estaba en otra ciudad, y quisiera o no el camino no fue fácil, Max estaba tenso casi desde que salimos, algunas veces intentaba distraerlo, pero no funcionaba del todo durante un rato lo lograba, luego volvía ponerse serio.
Paramos en una gasolinera y el bajo a fumar un poco mientras pasaba a la tienda a comprar algunas cosas para el camino, al volver lo mire un rato a la distancia, lucia bien con el cabello despeinado mientras tenia la cara hacia el cielo, dejando el que sol y el viento chocaran contra ella, permitiéndose sentir un poco, dejando sentir que sigue vivo.
-¿En qué piensas?- llegue diciendo.
-En nada en concreto-
-Se que estas nervioso- el sonrió y tiro su cigarro al suelo para luego pisarlo -Ven, debemos seguir- tomo mi mano y me llevo a mi lado, para luego subir el.
Duramos una hora más en carretera, fue un poco más tranquilo, pero se que aun estaba estresado.
Paro el auto en el estacionamiento y antes de bajar tomo mi mano, mi miro a los ojos y sonrió -No se si es un día bueno o malo, el sabe que vienes y esta feliz por ello, pero puede que hoy este muy cansado, puede que pasemos un largo rato o uno corto, solo quiero que no te sientas presionada con lo que pase-
Pase mi mano libre por su rostro y lo bese -Tranquilo, saldrá bien-
Pasamos por la sala de espera, por algunos pasillos y subimos algunos pisos, pero luego de unas cuantas habitaciones más llegamos, era amplia, había espacio para que alguien se quedara ahí, una cocina pequeña, un baño y el área de la cama.
-Hola- dijo Max al momento en que entramos a la habitación, segundos después un rostro algo pálido, con las ojeras algo marcadas y una cabellera casi rapa volteaba mientras nos sonreía.
-Maxi, ven- extendió sus brazos a su hermano y lo espero mientras se acercaba para abrazarlo, yo camine detrás de el y un momento después lo salude -Tu debes ser Sam, Max me a hablado de ti, me alegra poder conocerte- le extendí una mano y sonreí -El gusto es mío- dije.
-Siéntense- señalo e sofá a su lado y el se acomodo mejor en la cama, ambos hicimos caso y comenzamos a hablar.
-Así que tu eres la novia de Max, la verdad es que me alegra ver que Max sabe elegir, digo eres muy bonita-
Max miro un poco a su hermano y comenzó a decir -Ella no es mi...- pero antes de que siguiera hablando lo interrumpí -Si esta medio tontito, pero sabe escoger- rápidamente se giro hacia mi y sonrió mientras me daba un beso en la cien.
-¿Y que estudias Sam?-
-Literatura- el pareció algo sorprendido y luego sonrió.
-¿Saga favorita y porque Harry Potter?-
Yo sonreí y me acomode bien para mirarlo fijamente -¿Casa y por qué Gryffindor?-
-Tuche- me señalo con un dedo y luego me miro de pies a cabeza -Slytherin al parecer-
Ambos reímos y continuamos hablando.
-¿Y quieres escribir libros o que planeas?-
-Me gastaría poder publicar algunos libros, pero también apoyar a esos nuevos escritores, ayudarles a mejorar su escritos y publicarlos para que tengan una oportunidad en el mundo editorial-
-Así que una editorial, algo ambicioso, pero algo de admirar, espero lo logres-
-Gracias, yo igual-
Y antes de que pudiera decir algo más una joven un poco mayor que yo entro en la habitación -Hola, veo que tienes visita-
-Hola Rebe- dijo Max mientras se paraba a saludarla, yo lo seguí y la salude, me sentía como una cría que iba al doctor con su mamá y solo repetía lo que ella decía o hacia.
-Hola, soy Rebe, la novia de Raúl-
-Un gusto, yo soy Sam, la novia de Max-
Rebeca se acerco a Raúl y le dio un bezo en la cabeza y uno en los labios -¿Todo bien hoy cariño?-
-Si, todo bien, Sam es una compañera de platica, no como el aburrido se Max- ella sonrió un poco y se acomodo al lado de Raúl -¿Y de qué hablaban?-
-Sobre que Sam será escritora- ella abrió un poco los ojos y se llevo una galleta a la boca.
-Es la idea principal, sino seré maestra en alguna escuela-
-Claro es bueno tener un segundo plan, pero no dejes el primero- termino de decir Raúl.
Luego de un rato una enfermera entro a la habitación y nos pidió que saliéramos un rato ya que tenían que realizar unos estudios.
Max fue a comprar unas cosas y René y yo nos quedamos en la terraza, la mire un poco y note algunos detalles, como que llevaba un gafete que decía Enfermera Rebeca y luego note que se había dado cuenta de que la observaba, yo desvié la mirada y ella comenzó a reír.
-Acabo de salir de mi turno, trabajo en este mismo hospital- yo asentí y tome de mi café.
-Y tal vez ahora te preguntas porque estoy con Raúl-
Rápidamente me gire a ella y negué -No te preocupes, estoy acostumbrada- dijo -Conocí a Raúl en la universidad poco antes de que descubriera que estaba enfermo, no a sido fácil, pero le dije que estaría en buenas y malas, así que aquí estoy, no a sido fácil y no soy tonta, se lo que puede pasar pero, lo amo-
Y fue ahí donde volví a caer en cuenta en lo que pensaba cuando veníamos en camino, en el amor, en que la gente no esta sola y que pase lo que pase alguien tomara tu mano y te ayudara enfrentar los baches que tengas en tu camino, y antes de que pudiera decir algo Max me abrazo por la espalda y recargo su barbilla en mi hombro, Rebeca se dijo que entraría con Raúl y nosotros nos quedamos un rato más ahí.
-¿Cómo estas?- dije mientras me giraba hacia el para poder verlo.
-Bien, más tranquilo-
-Me alegro mucho-
-¿Y tu?-
-Estoy muy bien, Rebeca y tu hermano son muy dulces-
-Lo son-
Lo abrace un poco más fuerte y oculte mi cara en su pecho.
-¿Qué pasa Sami?-
-Solo estoy feliz de estar contigo, de que me permitas ayudarte y acompañarme en esto aunque no sea fácil-
Nos separamos un poco y le acomode el cabello mientras sonrías.
-Me alegro de tenerte conmigo "novia"- comenzó a reír mientras le pegue en el hombro -¿Por qué me pegas? Tu fuiste la que lo dijiste-.
Note como mis mejillas se ponían un poco rojas y como las manos me sudaban -Yo se, pero es que... Ag, solo cállate- intente alejarme de el mientras me tapaba la cara con las manos, pero antes de que fuera más lejos me tomo por la cintura y me pego a el -No importa, me gusta, quiero ser tu novio Sam- y no dije nada, solo nos quedamos ahí unos segundos, no sabia si era bromaba o lo decía en serio, estaba un poco perdida, pero antes de que dijera algo el volvió a hablar -¿Tu quieres Sam?, ¿Quieres que sea tu novio- asentí mientras sonreía, para luego darme un corto beso en los labios, casi como un roce, que a pesar de ser poco, se sintió algo personal, solo el y yo.
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No existe el "Para siempre"
Novela JuvenilLa universidad es solo una etapa más en la vida de las personas, en realidad nunca es como lo ponen en todos los libros de amor. El chico conoce chica, chica conoce al chico, se aman, tienen problemas y luego vuelven a estar juntos. Eso es lo que pi...