Troubles

472 42 284
                                    

Almacén del Errante Oaken... y Spa

Jack

Suspiré de alivio al sentir el vapor calentando mi helado cuerpo por primera vez en toda mi existencia, gracias al constante calor que emanaba de las rocas el agua no se congelaba sobre mi piel como solía hacerlo, en lugar de eso solo se escurría en pequeñas gotitas por mi cuerpo desnudo, a excepción de mi cintura para abajo, que estaba protegida por una toalla blanca.

–¿Te gusta?– me preguntó Elsa cuyo torso estaba cubierto también por nada más que una toalla.

–Sí– respondí con honestidad –Este tipo de calor se siente bien, es relajante–

Volví a suspirar al sentir otra oleada de vapor –¿Por qué no hicimos esto antes?– pregunté.

Ella rio y se encogió de hombros –La verdad es que no se me había ocurrido– noté sus mejillas coloradas a causa del calor –Pensé que tal vez era una actividad muy humana para ti– comentó acomodándose su toalla.

–De verdad me ayudó– le dije dejando que mi cuerpo reposara sobre la banca de madera hasta que mi cabeza se apoyó en su regazo –Creo que ahora puedo pesar con mayor claridad–

–Intenta volver a recordar todo lo que hiciste antes de que sucediera el cambio– me sugirió con paciencia acariciando mi cuero cabelludo.

Cerré los ojos tratando de hacer memoria –Pues, después de dejar Atohallan fui a las Montañas del Norte– confesé abriendo los ojos para ver su reacción.

–Oh– mi corazón dolió al ver la mirada de decepción en sus ojos.

–Yo... lamento haber mentido respecto a eso, es solo que cuando estábamos juntos... entré en pánico y tenía que salir de ahí. No estuvo bien lo que hice, de verdad lo siento– expliqué sentándome y tomando sus manos.

Ella me miró con una sonrisa triste –Me hubiera gustado que hablaras conmigo en vez de irte–

–Lo sé, eso debí de haber hecho, pero... la verdad es que ni siquiera yo podía entender lo que me pasaba... todavía no puedo hacerlo– corregí.

Elsa tomó una bocanada de aire y asintió –Okey, un paso a la vez. Volvamos con... esto– me señaló con un ligero movimiento de mano.

Agradecí su comprensión y volví a memorizar –Cuando llegué comencé a hablar con la luna, pensé que tal vez ÉL podía ayudarme, pero no respondió...– entonces algo se me ocurrió –O tal vez ESTO es su respuesta– hipoteticé.

–¿Crees que El Hombre de la Luna te hizo crecer?– Elsa arqueó una ceja, no se veía convencida de la teoría –¿Por qué haría eso?–

Me encogí de hombros –Tal vez tengas razón, él nunca ha intervenido en mí de esa manera... excepto cuando me escogió como guardián– me rasqué la cabeza –Ni siquiera creo que él tenga el poder de hacer algo como esto... No lo sé–

–Dijiste que te quedaste dormido y despertaste así– recordó ella –¿Sentiste algo mientras dormías?–

Negué con la cabeza –No recuerdo nada después de que cerré los ojos–

Ella se mordió los labios –¿Tienes alguna idea de lo que podríamos hacer ahora?– preguntó acariciando el dorso de mi mano.

–Podría volver, preguntarle a Norte– por ahora era lo único que se me venía a la mente.

–No quisiera dejarte solo en esto– me dijo –Yo... pienso que tal vez podríamos ir primero con Gran Pabbie antes de recurrir a Norte... Claro, si eso es lo que quieres–

What Is Growing Up?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora