The Oath

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Arendelle

Jack

Al estar frente a Arendelle y ver el escalofriante panorama frente a nosotros fue impactante. Podrías jurar que no era el mismo pueblo alegre y hogareño que siempre fue. Las rusticas y antiguas edificaciones se habían vuelto completamente tétricas, parecía que nadie las había habitado por años y que el tiempo las había consumido y el palacio que anteriormente se erigía con imponencia y belleza ahora pareciera haber tomado una forma completamente diferente. Esto sin mencionar la densa neblina que se levantaba unos cuantos centímetros sobre el suelo. Por otra parte, las aguas del fiordo que usualmente eran tranquilas y turquesas ahora eran feroces y oscuras.

Si esto era terrible para mí, no podía ni imaginarme como se estaría sintiendo Elsa ahora mismo –Todo va a estar bien, Copo de Nieve, los sacaremos de ahí– al ver el rostro estupefacto de Elsa tomé su mano y le besé los nudillos en un patético intento de consuelo.

Sus ojos no se despegaban del panorama –Es como en mi sueño– murmuró.

Arqueé una ceja completamente confundido –¿De qué hablas?– ella finalmente me miró con una seriedad sepulcral –¿De qué sueño hablas, Elsa?–

Ella suspiró –Antes de que... Antes de que llegaras de nuevo a Arendelle tuve una pesadilla, soñé con un escenario similar a este y tu estabas tan herido, quería salvarte a ti y a todos, pero no podía... al final todos se volvían Fearlings–

–Eso no sucederá, estoy seguro de que todos están ahí adentro... Tal vez él los tiene como rehenes– teoricé pensando que era lo más probable.

Elsa se soltó con gentileza –Creo-creo que esta vez debería ir yo sola–

–¿Qué?, ¡no!, por supuesto que no– estaba muy inconforme con esa propuesta.

–Lo escuchaste, él te busca a ti, no a mi– acunó mi mejilla en su mano –Si tu entras...–

–Dijimos que haríamos esto juntos– la detuve –Tenemos más posibilidades de sacarlos a todos si vamos juntos. Te prometo que lo haremos tan rápido que Pitch ni siquiera sabrá lo que pasó–

Elsa hizo una mueca con los labios –¿Cómo?–

Le di una sonrisa arrogante –De la mejor manera que podemos– respondí –Usando tu inteligencia y mi astucia– tomé su mano atrayéndola hacia mí.

Esto le sacó una pequeña risa –Eres tan arrogante–

.

–Entonces nuestra mejor opción es llegar desde arriba– le dije a Elsa mientras ella analizaba meticulosamente la idea y el modelo a escala de Arendelle que ella misma había creado en un instante con lujo de detalle. Me sorprendía su capacidad de poder plasmar cosas tan increíbles en hielo.

–¿Qué te parece si aterrizamos en la torre del reloj?– pregunté colocando las mini figuras de nosotros que ella también insistió en crear.

–No– negó suavemente con la cabeza –No creo que Anna les hubiera permitido a todos refugiarse en sus propias casas, seguro los llevó al palacio... Creo que es ahí donde debemos buscar, posiblemente les dio el tiempo suficiente para atrincherarse dentro– tomó las figuras moviéndolas al palacio.

–Podríamos entrar por aquí– señalé la ventana de la torre más alta.

–Ese es el ático– me aclaró ella –Es un buen lugar para llegar al centro del palacio, pero a la vez...–

–Nos deja rodeados de posibles enemigos– ella asintió al escuchar mis suposiciones.

–Llegar por la entrada principal es igual de arriesgado, no sabemos lo que nos espera dentro– Elsa se frotó la sien con frustración.

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