The Anchor

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Valle de las Rocas Vivientes

Jack

No mentiré cuando digo que sigo profundamente preocupado por toda la situación a mi alrededor, pero al menos ahora me sentía con la mente más despejada, todo gracias a Elsa, ella siempre sabia como tranquilizarme y ver la situación de la manera más analítica posible, por eso ella tenía toda la razón al insistir los trolls serian una buena manera de comenzar a desenredar este embrollo de problemas que repentinamente había arruinado nuestro desfile.

–¡Jack!– volví de mis pensamientos al escuchar la voz de Elsa, me detuve en seco al ver que estaba muy lejos de mí, ¿Cómo había sucedido eso?, hace rato íbamos lado a lado, yo volando y ella con Nokk –Mas despacio, creo que Nokk está comenzando a enojarse– me dijo al alcanzarme y el caballo soltó un relinchido, se escuchaba cansado.

–Demonios, lo siento mucho, no me di cuenta de que estaba yendo muy rápido– le dije a Elsa sintiéndome culpable –De verdad lo siento, no fue mi intención darte tanto trabajo– le dije al caballo de escarcha acariciando su hocico a modo de disculpa mientras lo escuchaba jadear agitado.

–Se que tenemos prisa, pero estas yendo mucho más rápido de lo usual, por un minuto creí que te perdería de vista– me dijo Elsa bajando del espíritu del agua para dejarlo descansar.

–Es solo que no me gustaría que Emily nos encontrara– expliqué.

Ella arrugó las cejas confundida –¿Por qué habría de hacerlo?– se encogió de hombros.

–Ella puede sentir mi presencia si estoy cerca– detallé.

–¿Por qué?– preguntó ella.

–No lo sé, solo lo hace y eso dificulta esconderse de ella– nunca me había detenido a pensar como era posible que Madre Naturaleza fuera capaz de detectar mi presencia con tanta facilidad, y era una habilidad exclusiva conmigo, ya que no le sucedía con otros espíritus.

–Claro, como siempre esta tras de ti– refunfuñó rodando los ojos y apartándose un poco de mí.

Sonreí al darme cuenta de algo –Espera. ¿No estarás celosa o sí?–

Ella negó la cabeza dándome la espalda sin decir nada.

–Oh, si estas celosa– reí acercándome a ella y abrazándola por la cintura –Literalmente una chica me besó como si el mundo se fuera a acabar, ¿pero te molesta más mi AMISTAD con Emily?– pregunté haciendo énfasis en que solo la veía como una amiga.

–Esa chica, Katherine, es una desconocida, pero tu siempre hablas de lo mucho que se divierten y tú le gustas a ella– confesó en voz baja.

Aparté su cabello suelto a un lado para poder besar su mejilla –No tienes que estar celosa de ella, la veo como una hermana. Sabes que siento por ti–

Elsa se rio al sentir las cosquillas a causa de la tormenta de besos que le daba en su mejilla, cuello y hombros –Lo sé– se giró para tomar mis manos.

–Pero... si te sientes de esa manera, entonces limitaré mi contacto con ella– propuse en serio.

Elsa jadeó –No, no. No tienes porque hacerlo, tienes derecho a tener tus amigos, así como yo tengo los míos... Confío en ti, cien por ciento–

–Owww... ven aquí– la tomé en mis brazos cargándola al estilo novia y planté un profundo beso en sus labios antes de mirar a Nokk –Lo tomaré desde aquí, gracias, amigo– le dije al espíritu quien se sacudió la crin en aprobación y se alejó galopando a su ritmo.

–Que varonil– bromeó ella conmigo.

–Lo sé– respondí de forma presumida antes de volver a emprender el vuelo para continuar lo que quedaba del camino.

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