What Is Growing Up?

Some Things Actually Change

Chicos, la próxima semana no habrá actualización hasta como el miércoles. Lo siento T.T

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La Montaña del Norte

Jack

–¿Qué rayos fue eso?, ¿Qué rayos fue eso?, ¿pero que rayos fue eso?– exclamé lanzando carámbanos con furia –¿México?, ¿de verdad?– tiré con ira de mis cabellos al sentir tanto repudio por mí mismo en ese momento.

–¿Por qué huiste?– me pregunté creando más esquirlas que perforaron una roca partiéndola en dos.

Sintiéndome agotado me dejé caer sobre la nieve para mirar la luna, quien en ese momento era la única testigo de mi arrebato de ira.

–S-sé que nunca respondes a mis preguntas, pero a pesar de eso siempre las hago porque tengo la esperanza de que algún día me digas algo– suspiré con pesadez –¿Por qué me siento tan confundido?–

Como era habitual, no hubo respuesta. Solo pude dejarme caer en la fría nieve y comenzar a tratar de desglosar mis pensamientos para comprenderlos.

Tuve que conformarme con hacer lo único que he podido hacer todos estos años, darme una auto-terapía. Tomé una respiración profunda y cerré mis ojos, dispuesto a llegar al fondo de esto.

"Sexo, ¿Qué me hace sentir la palabra?", pregunté a mí mismo sintiendo un mareo de ansiedad y evocando en mi mente recuerdos nada gratos, tuve que sacudirme al sentir arcadas.

–No, no, reformulemos– dije dándome cuenta de que tal vez era momento de tomar otro enfoque –¿Qué me hace sentir Elsa?– respiré profundamente concentrándome.

"Definitivamente amo a Elsa, eso es seguro" pensé para mí, "¿Pero realmente la veo de esa otra manera?, ella es preciosa, ¿pero eso tiene algún efecto en mí?... cuando nos besamos definitivamente me gusta cómo se siente, se siente muy bien"

–¿Entonces por qué no puedo hacerlo?– suspiré sintiendo la pesadez en mis parpados –Tal vez solo soy un niño inmaduro– le dije a la luna antes de quedar profundamente dormido.

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Arendelle

Elsa

–¿Y solo se fue?, ¿sin decir nada?– me cuestionó Anna mientras yo no paraba de devorar los chocolates que habían permanecido intactos de mi cita romántica fallida.

–Murmuró algo sobre un país y se fue volando– expliqué entre masticadas –¿A-acaso hice algo mal?– pregunté a ella.

–No, claro que no– respondió Anna tomándome de las manos –Aunque tal vez lo pusiste nervioso con ese movimiento repentino. Creí que ibas a hablar con él antes de ir a la acción– dijo con tono divertido.

–Eso iba a hacer, pero en ese momento por primera vez él tomó la iniciativa y por la manera en la que lo hizo pensé que tal vez estaba dando EL paso– suspiré –Debí de haber preguntado antes–

Anna se encogió de hombros –Esta bien, solo fue un pequeño error; además, él no debió de haber huido así– rio.

Hice una mueca –¿Debería ir a buscarlo?–

–Yo digo que deberías darle su espacio– dijo repentinamente la voz de Kristoff.

Las dos pegamos un brinco del susto.

–AH, ¿Desde cuanto llevas ahí?– le pregunté exclamando al ver a mi hermano en ley sentado en el otro sillón con un libro en la mano.

Él solo se encogió de hombros –Desde antes de que ustedes entraran aquí–