Epilogo

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Bueno, este epilogo es el final oficial de esta historia, pero quiero subir unos bonus más en lo que preparo la tercera parte de esta trilogía. Admito que como comencé a escribirla hace bastantes años muchas de mis ideas iniciales se perdieron y probablemente voy a necesitar hacer correcciones, pero todavía no estoy segura. Así que cuando escribí que se encuentran en el pasado no fue un error, es algo intencional que guía a la tercera parte, sin embargo, olvidé como iba mi propia historia Xd

Denme un tiempo para acomodar esto y mientras tanto disfruten de momentos más agradables.

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Elsa abrazaba sus rodillas viendo a la nada, se había estado ocultando en Ahtohallan debido al descontrol de su magia, en estos momentos era una amenaza para todo el mundo. Lloró con amargura recordando los momentos que había pasado con Jack en este lugar y peor se sintió al darse cuenta de que no importaba a donde fuera él siempre iba a estar en sus pensamientos. ¿Alguna vez en su existencia eterna dejaría de doler tanto la pérdida del único al que ha amado en toda su vida?

Escondió su rostro entre sus rodillas dejando que las lágrimas siguieran fluyendo, había estado llorando desde hace dos días y se preguntaba si alguna vez sus ojos se secarían de tanto lamentarse.

–Elsa–

Ella guardó silencio de inmediato al escuchar la voz de Jack, ¿Ahtohallan le estaba llamando?. Levantó la vista para encontrarse con la figura de Jack frente a ella.

Era oficial, había perdido la cordura y ahora estaba viendo alucinaciones. Esto la hizo volver a sollozar.

–Elsa, ¿Por qué lloras?– Jack rio inclinándose a su nivel.

–Por qué no eres real– respondió.

Jack arqueó una ceja –Elsa, soy yo, soy real–

Ella negó con la cabeza –Pruébalo–

Jack giró los ojos hacia su derecha pensándolo unos segundos –Supongo que lo mejor que puedo hacer es esto– extendió su mano hasta tomar su barbilla y acercarse a ella para plantarle un beso en los labios.

En cuanto se separaron los ojos de ella resplandecieron –No puede ser– lo abrazó con todas sus fuerzas –¿Cómo es posible?, Manny dijo...–

Jack se apartó un poco –Lo sé, yo también pensé que seria todo... pero él me habló Elsa– sonrió con emoción –Por primera vez en tanto tiempo habló conmigo, él fue el que me trajo de regreso– acarició su mejilla.

–Gracias– Elsa lo volvió a abrazar agradeciéndole a Manny, aunque no entendía el cambio repentino, no quería cuestionar nada más, solo quería estar en los brazos de Jack para siempre –Los Guardianes, seguro querrás verlos– recordó ella separándose del abrazo de nuevo.

Jack negó con la cabeza volviéndola a acercarla a él –Me encontré con ellos primero cuando aparecí en Arendelle, vi todo el caos de nieve y volé directo hacia acá– respondió.

Ninguno de los dos lo notó, pero en ese rato que llevaban hablando la tormenta había parado y la nieve comenzaba a derretirse fuera de Ahtohallan.

Anna, quien estaba en Arendelle, sonrió aliviada al ver por la ventana como la nieve se esfumaba y supo de inmediato que Jack había encontrado a Elsa.

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Esa misma noche todos se encontraban reunidos al fin celebrando en el palacio de Arendelle, ahora que Jack había vuelto, podían dar por hecho que habían salido victoriosos de todo el caos. Norte y Meme bebían ponche de huevo sin control mientras incitaban a Kristoff a seguirles el juego. Conejo y Tooth charlaban muy juntos tomándose de la mano, hacia pocas horas se habían confesado sus sentimientos, sobrevivir a la muerte les había convencido de intentarlo. Emily y Kozmotis se ponían al día en una de las esquinas de la habitación. Anna y Einar jugaban con Sven, Olaf, Katherine y Nightlight. Afuera en el balcón, Jack y Elsa se escondían de los demás en las sombras compartiendo besos intensos, justo en el mismo lugar en donde se habían besado por primera vez.

–¿Estas bien?– Elsa rio al sentir las cosquillas en su cuello a causa de los besos de Jack.

–No– negó con la cabeza –Morí por segunda vez y regresé sintiendo que te extrañaba tanto– le dio otro beso pequeño en los labios.

Elsa sonrió al ver sus ojos.

–Me siento... tan enamorado de ti– se aclaró la garganta recobrando un poco de compostura de nuevo –Quiero decir... no quería que se escuchara así de intenso– tartamudeó sin saber cómo dejar de parecer un tonto.

–Esta bien, lo entiendo– le dio unas palmaditas en el pecho.

–¿Te gustaría volver adentro?– preguntó Jack asomándose ligeramente hacia el interior solo para ver a Kristoff tambaleándose y Norte brincando de un lado a otro.

Elsa al ver la escena lo miró –A decir verdad, ya tuve demasiado descontrol estos días– respondió con tranquilidad.

El Guardián miró sus ojos brillando bajo la luz de la luna y sintió una oleada de deseo, deseaba estar con Elsa para siempre –¿No te gustaría ir a un lugar más tranquilo?– preguntó con un rostro embelesado.

Una serie de flashbacks específicos atravesaron por la mente de Elsa haciéndola sonrojarse hasta las orejas, ella intentó esconderlas peinándose un mechón de cabello para cubrirlo –¿A ti te gustaría eso?– preguntó con timidez evitando cruzar sus ojos con los de él, si lo hacía moriría de vergüenza ahí mismo.

Jack pegó un brinco poniéndose de puntas sobre el barandal en perfecto equilibrio –Los cambios dan miedo, pero estando contigo.... puedo enfrentarlos– le extendió su mano.

Elsa sonrió conmovida y feliz –Si, tienes razón, mientras estemos juntos quiero seguir avanzando– con estas palabras tomó la mano de Jack.

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