Gold Rush

3

No volvieron a hablar desde aquel incidente de hace dos semanas, Tony solo le había avisado que su padre venía a cenar, suspiró agotado.

Si había aceptado aquel absurdo trato era por su mejor amigo, su hermano, porque James cuidó de él cuando se enfermaba, pagaba las cuentas del hospital y alquiler. Se lo debía, porque a fin de cuentas, si Bucky había quedado así de herido era por su culpa, lo menos que podía hacer era darle el mejor tratamiento y eso solo lo podia conseguir con Stark.

Durante la cena, Rogers no pudo evitar tener algunos gestos con los cachorros, ya sea ayudándoles a cortar su carne, limpiar sus boquitas e incluso reprender a todos los castaños cuando sus comentarios se pasaban de la raya, era su instinto omega que sin pensarlo o quererlo afloraba cuando los Stark estaban presentes.

-Niños, ¿pueden ir a buscar mi abrigo?

Los cachorros salieron dándole privacidad a los mayores

-¿Y bien?

-Solo quiero afinar los últimos detalles de la boda, saber si tendrán hijos, ¿cuando son sus celos? ¿quieren que cuide a los niños?

Steve y Tony intercambiaron miradas, ninguno esperaba eso, solo era un matrimonio por conveniencia con fecha de expiración

-Papá, en realidad....

-¿Qué? ¿es algo serio, no?

-Señor, con todo respeto, recién retomamos nuestra relación, no queremos ir tan rápido

-¿Retomar?- preguntó curioso el Stark mayor

-Si, Tony y yo nos conocimos en el colegio, nuestra relación no funcionó, pero ahora queremos volver a intentarlo, ¿verdad?- no iba a dejar que lo marcaran, menos si de Stark se trataba

-Si...es decir, si, cuando lo volví a ver, le hablé de esto, pero queremos hacer las cosas bien

Howard sonrió maravillado, si había impuesto aquella condición era para que Tony sacara a flote su instinto, para que  volviera a convivir con sus cachorros que tanto lo necesitaban, un extraño en su manada le haría sacar su lobo, su parte protectora, nunca esperó que su hijo de verdad se diera otra oportunidad de amar.

-Siendo así, me alegro por ustedes, lo digo en serio, Steve, eres lo que mi Tony necesita

-Gracias...

-¿Me permites un momento con mi hijo?

El rubio asintió saliendo del comedor tropezando con dos pares de melenas chocolate

Nunca esperó que los niños se abrazaran a sus piernas, quería alejarlos, estaba faltando al contrato pero...no pudo evitarlo

-Gracias- escuchó decir a ambos menores

-¿Por qué?

Los niños no sabían como decirlo, solo que se sentían bien con la presencia de Rogers, porque al menos por esta ocasión habían tenido una verdadera cena familiar

-Hueles a té

-Con miel

Tuvo que arrodillarse ya que los niños estaban cayendo dormidos

¿Desde cuándo su aroma era perceptible?

-Hey, hey, no pueden dormir

Los gemelos se acomodaron uno en cada hombro degustando del aroma sobreprotector y cálido que el rubio les brindaba

-No te vayas...

-Por favor

Los apretó más contra si, su instinto omega de verdad había despertado