Gold Rush

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-¿Cómo se llama su papá?

-¿Cuál papá?- respondieron al unísono los gemelos

Carol, la trabajadora social estaba por cuestionar si se referían a Tony o Arno, pero dejó que los niños hablaran por si solos.

-¿Tienen más de un papá?

-¡Si! está papá Tony

-Y papá Steve

-¿Me pueden hablar de ellos?

Los niños asintieron de forma enérgica, Steve y Tony eran sus personas favoritas; Carol escuchó con lujo de detalles todas las atenciones que Tony tenía para con ellos, claro que también escuchó de Steve pero en ese momento solo debía prestar atención al padre que Tony representaba para ellos, después de todo, el testimonio que más importaba era el de los niños.

-¿Tienen más familia?

-Si, la tía Pepper que ahora sale con el tío Bucky- respondió Maguna con una gran sonrisa

-Papá le dice mapache o vagabundo- respondido Peter orgulloso

-¡No, tonto! es mapache vagabundo

-Tú eres la tonta, le dice de las dos formas

-¡Que no!

-¡Que si!

-¡Hey, niños!- Carol volvió a llamar su atención- me hablaban de su familia, tienen a sus papis y ¿Solo dos tíos?

-No, está el abuelito Howard

-Ojalá Jarvis también fuera nuestro abuelito

-¿Son todos los miembros de su familia?

Los cachorros intercambiaron miradas para finalmente asentir a la mujer que estaba frente a ellos.

-Es que alguien me dijo que conocían a alguien de nombre Arno- para Danvers no pasó desapercibido el aroma a miedo que desprendían los cachorros, tampoco el como inmediatamente sujetaron sus manos en señal de apoyo- ¿sucede algo?

-El es malo

-No lo queremos

-¿Por qué? confíen en mí, yo estoy aquí para cuidarlos, nadie les hará nada- pero los niños estaban totalmente asustados como para hablar, eso sería suficiente para alejar Arno de ellos, pero por procedimiento necesitaban el testimonio de los menores- oigan, tengo antojo de un enorme pastel de chocolate- intentó cambiar el tema para calmar a los menores

-¡Yo también quiero!

-¡Yo igual!

Carol asintió extendiendo sus manos para que los menores la acompañaran.

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-Usualmente los cachorros se quedan con los padres alfa, este caso es nuevo- el abogado de Arno temblaba ante la atenta mirada de este

-Entonces sentaremos un precedente

-El asunto es que...

-¡No quiero errores!- el azote en el escritorio hizo temblar al beta- esos cachorros son míos y los quiero conmigo para cuando esto acabe

-Pero...

-¿A caso no fui claro?

El beta de cabellos rubios solo asintió sintiéndose cada vez más pequeño en aquella silla.

Ahora sí amigos, no falta nada para acabar con esta historia