Gold Rush

17

-Niños, debemos hablar

Los gemelos se miraron entre ellos, acostumbrados a las malas noticias se tomaron de la mano como ya era costumbre

-¿Es algo feo?

Tony negó arrodillándose frente a los cachorros

-Ustedes quieren que Steve sea su otro papá, yo también lo quiero, pero debemos hacerlo bien

-¿De qué hablas?

Tony sonrió en grande contagiando esa felicidad a sus bebés

-Vamos a cortejarlo, sé que solo debo hacerlo yo pero...

-¡Si!- los cachorros lo cortaron, habían visto muchas películas sobre los cortejos, claro que querían llenar de regalos a su nuevo papá.

-¿Qué le vamos a comprar?- Morgan miró hacía el techo de forma pensativa

-¡Comida!- dijo Peter llenó de emoción- la comida le gana a todo, pueden ser tacos o pizza, o tacos y pizza

-¿Cómo le vas a poner tu aroma a la pizza?

Anthony se divertía con la pequeña discusión, sus niños eran muy apegados y tenían una relación estrecha, pero siempre se enfrascaban en esas peleas absurdas que de alguna forma terminaban en temas bastante complejos para su edad

-Hey, cachorros del mal, ya tengo algo planeado, es una misión de alto riesgo, ¿están conmigo?

Peter y Morgan asintieron mostrando un gesto serio.

-Esos son mis niños, van a venir unas personas, van a adaptar una de las habitaciones para que Steve pueda pintar, ustedes díganles dónde poner las cosas

-¿Tú qué harás? si dices nada te acusaré con tía Pepper

Tony rodó los ojos, en buen momento Virginia les había enseñado el término "explotación"

-Yo iré por la comida, debemos tener todo listo antes de que Steve llegué de la escuela

-¿Nosotros también podemos ir a la escuela?- preguntaron a coro, y es que, después de aquel día, Tony los había mantenido en casa, con seguridad por todas partes, los gemelos contaban con maestros que iban cada mañana a enseñarles cada materia, de igual forma contaban con su cuarto de juegos y el enorme jardín con más atracciones, tenían suerte de ser dos y jugar entre ellos, de lo contrario, estarían solos en ese enorme inmueble.

-No sino hacen lo que les digo

Con media sonrisa, los niños partieron a buscar la habitación correcta para que fuera el estudio de Steve.

-¿Crees que debemos llevar las cosas de Steve a la habitación de papá?, eso también sería un buen regalo

-Mejor a la habitación que queda más cerca de la nuestra, así podemos vigilar que papá no diga tonterías

Peter asintió ante la lógica de su hermana

-Entonces yo voy por las cosas de papá y tú por las de Steve

Morgan asintió y tras su saludo secreto ambos se dispusieron a hacer lo acordado.

Mientras Peter aventaba todas las pertenencias de su padre a la alfombra, encontró varios papeles, su papá siempre guardaba mucha basura, pero no era tonto, sabía que podía tener cosas importantes, así que leyó cada uno para saber si lo llevaba a la otra habitación o dejarlo junto a la basura.

-¡Maguna! ¡Maguna! ¡Morgan!

La niña llegó corriendo al llamado de su gemelo, este tenía una expresión que no sabía cómo definir

-¿Qué ocurre?

-¿Recuerdas lo que el profesor Banner dijo de la compatibilidad?

-¿Por qué hablamos del doctor Banner?

El chico le mostró el papel en dónde se podían leer los resultados que días atrás Arno le había mostrado a Tony.

-¿Esto que quiere decir?

-¿Le hablamos al doctor Banner?

Morgan se encogió de hombros y tomó el teléfono más cercano