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Las cosas en la mansión se habían complicado, después de que Bucky los sorprendió en aquel abrazo quiso lanzarse a golpes contra el alfa, pero Steve se lo impidió, no porque quisiera proteger a Arno, sino porque los cachorros estaban presentes.

Pudo ver un atisbo de tristeza en los ojos de los gemelos, se sintió terrible cuando estos no quisieron hablarle el resto del día, tampoco lo habían dejado arroparlos.

-No sé que hice mal

-Deberías concentrarte en contarle a Tony la clase de porquería que tiene por hermano

-No puedo, Buck, entiende, jamás me creerá

James se levantó molesto

-¿Entonces te esconderas aquí como cobarde o esperarás a que venga y te obligue a otra cosa?

-¡Ni si quiera te atrevas a decirlo?

Barnes abrazó a su hermano, no era su culpa, pero debía hacer algo.

Unos toques en la puerta hicieron que se separaran, era Tony con una sonrisa apenada que causó ternura en el rubio.

-Stark

-Mapache

Jamás se llevarían bien

-¿Necesitas algo?- Rogers cortó la tensión

-Si...bueno... ¿crees que podrías cuidar a mis hijos? tengo que terminar un proyecto y...bueno, entenderé si..

-Yo los cuido, ve tranquilo

-De hecho solo estaré en el sótano, pero con tantas herramientas y armas no quiero que se lastimen

Solo James notó como ambos iban acabando con la cercanía que los separaba y entonces notó que eran como imanes, ambos se resistían pero estaban hechos para estar juntos

-De acuerdo, yo...te estaremos esperando

Tony sentía algo cálido en su pecho, su lobo parecía un cachorro en busca de caricias, las caricias del Omega frente a él.

-Gracias- susurró Tony sobre los labios contrarios, estaba hipnotizado con estos, tentado a besarlos, morderlos

Bucky solo se dedicó a observar los, parecía que estaba en el teatro o tenía frente a él una televisión y estaba viendo una novela romántica

-¿Por qué?- el contacto les hace sentir exquisitos escalofríos por todo el cuerpo

-¡Hey! ¿había reunión familiar?

James gruñó al invitado por haber interrumpido el momento

-Creí que habías salido

-No encontré al viejo, iré después- respondió simple el más alto dirigiendo su vista hacia el rubio.

-Bueno, yo... estaré en el taller, ¿vienes?

Arno negó, ya tenía su propio plan

-Quiero pasar tiempo con mis sobrinos, no me quedaré por mucho

Steve aprovechó que los Stark continuaban con su conversación para colarse a la sala de juegos de los niños, sabía que Arno estaría pegado a ellos toda la tarde, pero quería hablar con los niños saber porque su relación había cambiado de un momento a otro.

-¿Puedo pasar?

Los niños lo vieron con miedo, como si fuera un terrible monstruo

-Solo quiero saber que cambió, si hice algo malo para que ya no quieran estar conmigo

Peter miró a su hermana, ambos castaños solo se vieron entre ellos como si sostuvieran una conversación, en ningún momento se soltaron la mano, estaban aterrados

-Eres igual a ella- soltó Morgan- nosotros te vimos

-¿Igual a quien?

-A mamá, ella también abrazaba al tío Arno- notó como los menores se abrazaban entre si caminando hacia atrás

-Y después nos pegaba para que no dijéramos nada a papá

Eso le rompió el corazón a Steve quien no pudo controlar sus lágrimas

-Jamás les haría daño, antes muerto que lastimarlos

Los gemelos intercambiaron miradas, Rogers les ofreció sus brazos abiertos, liberó algo de su aroma para tranquilizar a sus niños, si, suyos, nunca fueron de Maya, ella no los quería y él si, él los amaba como suyos

Los menores corrieron a su encuentro y los tres lloraron abrazados encerrados en esa burbuja de protección que las feromonas de Steve construyeron.

-Nadie les hará daño, se los juro

Estaba determinado a acabar con Arno a como diera lugar.

Nadie se metía con su manada

Gold RushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora