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Steve sabía que solo iba a la universidad para aprender y terminar su carrera en arte; antes de Tony y los niños ni siquiera tenía un aroma o instinto, pasaba como un beta y no uno de buen ver, hasta cierto punto se había acostumbrado a eso.

Nadie se fijaba en él y él no se fijaba en nadie, si lo pensaba, tenía una vida tranquila hasta que los Stark aparecieron, no los cambiaría por nada pero ahora pensaba seriamente en las miles de emociones negativas que le inundarian, en especial los celos.

Al salir del aula no espero ver a Tony recargado en su auto, varios compañeros así como maestros no perdían oportunidad de ver al alfa de forma indecente, y es que Tony llamaba toda la atención comenzando con el fuerte aroma que le caracterizaba, así como también el porte y la elegancia y para rematar, ese auto de millones detrás de él.

Las miradas no era lo que mas le molestaba, sino ver al alfa reír con uno de sus profesores.

-Ah, ¿Tony?

El mencionado lo miró con una gran sonrisa

-¿Se conocen?- preguntó Stephen, su profesor de historia

Rogers comenzó con una serie de balbuceos que Stark paró de forma grata

Tras un abrazo, Anthony lo besó de forma tierna capturando las miradas de todos los curiosos

-Es mi pareja- dijo Stark al separarse sin soltar su agarre de la cintura del rubio- ¿ustedes se conocen?

-Si, soy su profesor, no sabía que tú...es decir escuché lo de Maya pero...

Tony mantuvo su sonrisa, pero su aroma comenzaba a esperarse

-Si, eso ya pasó, Steve es mi pareja ahora, de hecho vine por él, ¿nos vamos querido?

Por primera vez en su vida, Steve se sintió importante, hasta superior, todos los veían y no de la forma en que estaba acostumbrado, se sentía bien ser el centro de atención, en especial de Tony.

Stark se despidió de Strange y posteriormente le ayudó a subir al auto

La sonrisa de Steve fue el mejor regalo que Tony pudo recibir

-¿Qué haces aquí?

-Ya lo dije, vine por ti

-¿Por qué?

-Los niños y yo tenemos una sorpresa para ti, pero debo distraerte lo suficiente para que cuando llegues a casa todo esté listo

Steve sintió algo cálido en su pecho.

-Tony, ¿me quieres?

No pudo evitar preguntarlo, enseguida se arrepintió, la sonrisa había desaparecido, ahora se sentía estúpido y expuesto

-No- tomó la pequeña y huesuda mano del omega, dejó un beso en esta- te amo

Steve lo vió con ojos llorosos.

El rubio no dudó en saltarle encima iniciando un beso rudo y necesitado

-Por favor dime que no tendrás un ataque de asma

Eso hizo reír a ambos.

Gold RushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora