Capítulo 8

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Capítulo 8
James

La semana que paso fue completamente loca. Les haré un resumen: Dayana se enojo con migo por que le dije que cuando hablaba español parecía que invocaba a los mismisos demonios, pero ella se defendió diciendo que yo también lo hacía.

En parte tiene razón, tu también hablas español, toda tu familia lo hace.

Pero me perdono rápidamente cuando le regale un puñado de chocolates, la verdad es algo lunatica...

Entendí esa referencia

¿Cual?

Nada olvidalo...

Bueno como les decía, dos días después de eso nuestro profesor de historia nos hizo un breve examen de la mitología Griega, la verdad no me fue tan bien y por ultimo pero no menos importante mi hermano se casaría con Mariana, cuando nos dio la noticia todos se alegraron De echo eso esta pasando justo ahora.

-espera, no se supone que ya estan casados? - interrumpí la sesión de abrazos que tenían.

-lo estamos Emma, pero solamente por lo civil, queremos casarnos también por la iglesia.- contestó Mariana muy tranquila, a comparación de mi hermano que estaba hecho un desastre por los nervios.

-ooh, vaya que bien por ustedes y ya tienen la fecha? - Mamá quien estaba encantada con la noticia no dejaba de abrazar a mi hermano mientras lo llenaba de preguntas. Por su parte papá solamente estaba sorprendido, una boda no es algo para tomarse a la ligera.

-no tenemos una fecha exacta- contestó por él Mariana - queremos empezar a ver los preparativos y ya cuando tengamos un cincuenta porciento definir la fecha.- Y hasta ese punto todo estaba bien pero había algo que me intrigaba.

-¿que opinan tus padres al respecto? - no puede contenerme y le pregunte llamando la atención de todos los precentes. La cara de Tom cambió radicalmente de tener una sonrisa nerviosa a una mueca.

-Se lo insinumos pero no están de acuerdo- respondió mi hermano, la relación de él con sus suegros no era muy buena que digamos, en realidad no era nada buena y con nada me refiero a que lo detestaban. Al principio no era haci pero cuando se enteraron que Mariana estaba embarazada le echaron la culpa a él y desde ahí su relación en vez de mejor cada vez empeora más.

Todos siguieron hablando de donde sería  la ceremonia o si tenían una temática para la boda y demás cosas, por mi lado decidí  salí a caminar junto a mi perro Zeus. Era un pastor alemán, había sido un regalo departe de unas de mis tías a mi padre pero yo lo había adoptado como mi hijo. Llevaba caminando un rato  cuando llegué al parque pero algo llamó mi atención.

James se encontraba sentado en una de las bancas más alejadas, tenía sus codos en sus rodilla y su cabeza recargada en sus manos, se le veía muy triste haci que decidí acercarme a él.

-Hey, hola- llame su atención mientras trataba de sujetar a zeus que quería salir corriendo detrás de otros perros. Cuando levantó su mirada sus ojos los tenía rojos.

-Hola- su voz sonaba apagada a diferencia de las veces que había hablado con migo. En silencio me senté a su lado mientras Zeus olfateaba sus zapatos.

-ok, en estos breves momentos he sacado dos conclusiones del porque de tus ojos- rompí el silencio causando que el me viera con curiosidad.

-y cuáles son aver? - en realidad no sabía nada pero tuve que improvisar.

-la primera es que has consumido alguna droga- el me vio con algo de diversión- y la segunda que has llorado-

-¿que comes que adivinas?- dijo el  en voz baja, tanto que tuve que acercarme un poco para oír.

-¿si te has drogado? - pregunté con una ceja alzada.

-Nooo, claro que no- respondió el rápidamente causando que soltara una risita.

-y se puede saber el motivo? - no me atreví a verlo para no incomodarlo, el se quedó un momento en silencio y después lo escuché suspirar.

-es mi madre- sabía que el queria decir algo más haci que no lo interrumpí - la han ingresado a un hospital aquí cerca desde hace algunas semanas- yo recordaba perfecto cuando Mau me lo contó, ya lo había mensionado en los días anteriores pero nunca dijo el porqué.

-lo siento, yo se lo que se siente tener a un familiar en el hospital- suspiré recordando aquellos mese que pasamos con mi abuelo encerrado, acostado en una camilla - por que? - sabía que estaba viendo muy entrometida en ese tema pero no pude contenerme.

-por qué que? - respondió el mientras veía a Zeus quién ahora estaba sentado frente a el esperando que le hiciera caricias.

-¿porque está en el Hospital? Si se puede saber claro- no sabía porque de pronto quería saber el porqué.

Porque eres una chismosa.

Gracias querida conciencia.

-le detectaron leusemia hace un tiempo atrás, los médicos le dejaron tratamiento y los primeros meses ella respondió bien, pero, con el tiempo ya no le hacía efecto- yo note que con cada palabra su vos se cortaba mas- Los médicos nos dijeron que no era tan común ver esa enfermedad en adultos, era más "común" verla en niños- después de eso no puede evitar sentirme mal, sus ojos estaban llorosos su nariz estaba tomando un color rojizo, no sabía que hacer, no soy una persona que muestre su afecto a los demás, haci que simplemente lo abrace para que se calmara.
Pasamos varios minutos así hasta que el levantó la cabeza y susurro algo que no alcance a entender y se separó.

-Bien, creo que iré por un helado, vienes? - trate de cambiar el tema a lo que el me dio una pequeña sonrisa.

-iría pero he olvidado la billetera en casa de Mau- no me vio simplemente lo dijo mientras acariciaba a Zeus quien gustosamente se dejaba.

-No te preocupes yo invito- dije mientras me ponía de pie y empezaba a caminar - vamos, apurate que se me va mi buen humor- voltee al ver que el no me seguía, de echo ni se había movido de su lugar. -vienes o que? - él rápidamente reaccionó y se puso de pie casi de un brinco. - Bien, vamos por ese dichoso helado- y escuche una risita de su parte.

Caminamos por todo el parque y no encontramos  los dichosos helados. Pero luego recordé que camino a casa había un puesto así que empezamos a caminar de regreso.

-Buenas tardes bienvenidos a Lighthouse Ice Cream, ¿puedo tomar su orden?- una pelirroja con ojos verdes llego hasta la mesa en la que estábamos, apenas habíamos entrado ya que Zeus había mordido al de seguridad.

-yo quiero un helado de frutilla porfavor- respondí y voltee a James- de que vas a pedir? - el no contestó haci que no tuve otra opción que pegarle en la cabeza. - hey te estoy hablando- el soltó un quejido y empezó a sobarse donde le había pegado.

-ah si quiero de mandarina porfavor- la chica anotaba nuestros pedidos en su libreta-

-Desean algún acompañante con su helado? Tenemos galleta, manía y chocolate- preguntó aún sin levantar la vista. Por su parte James movió la cabeza en señal de negación.

-sólo los helados están bien- respondi yo por ambos. La verdad no se tardaron ni cinco minutos en traerlos haci que salimos del local. Pasamos hablando todo el camino hablando sobre nuestros gustos y demás incluso a  Zeus le cayó muy bien. La ventaja era que el vivía temporalmente en la casa del frente así que aún al llegar nos quedamos hablando un poco, para esto ya había anochecido.

-Gracias por el helado Emma, espero algún día poder ser yo quien te invite a uno- dijo el mientras soltava una risita y yo buscaba en mi bolso las llaves de mi casa.

-No te preocupes, fue lindo compartir un momento con tigo sin Mau de pormedio, Descansa James- me gire para entrar a casa pero el me llamó antes de hacerlo.

-oye Emma, ¿me darías tu número? - cuando lo vi tenía sus mejillas sonrojadas, por lo que note hoy eso era algo constante de él.

-Claro, préstame tu teléfono- Él me lo pasó y rápidamente agregué mi número a la agenda y se lo regrese. - ahora si descansa- y sin mas entre a mi casa.

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