❛Infierno❜

8 1 0
                                    

Reímos juntas. — Mira esta otra foto.
Aquí estaba enojado ya que no le compraron su loción de cars, así que quedó como poseído. — Dijo su mamá sonriendo.

Señora la amo

Volvimos a reír juntas. — ¡Era muy adorable! — Sonreí.

— ¿Verdad? Aunque ahora parece una bola de nieve. — Dijo su mamá frunciendo el ceño. — Y dime querida..¿Cómo te llamas?

— ¡Me llamo Sosteila!

— Oh, es un nombre muy raro, aunque se escucha lindo. — Sonrió.

— Así es ella. — Dijo Benjamín con su celular en la mano.

— ¿Soy rara?

— No querida, no eres rara, solo que eres tan genial que para las personas es algo nuevo. — Dijo su mamá sonriendo.

— ¡Muchas gracias! — Una gran sonrisa se hizo en mi cara, realmente estaba feliz.

— Bueno querida..¿Quieres decir el porqué quieres vivir aquí?

— Perdón...Es que se supone que viviría con otra persona, pero sucedió algo.
Y bueno, lo que sucedió en si fue que no quiero volver a casa por motivos personales. — Rasque mi cuello.

— ¡Oh por Dios! ¡Tienes el cuello demasiado lastimado! No te rasques tanto...
Bueno, puedes vivir aquí, pero solo por cinco meses.

Asentí.

— ¡MUCHAS GRACIAS DE VERDAD! — La abrace.

No me pregunten el porque la abrazo.
Solo nos dijimos "hola" y ya la veía como una mamá.


—  No puedo creer que deba dormir contigo...— Dijo Benjamín.

— Perdón. — Baje mi cabeza.

Suspiró.

Me recosté en la cama, y empecé a recordar todo lo que sucedió con mi mamá.

Lo de la pesadilla no había sucedido de esa manera, o sea, ella sí hizo algo así, pero no hizo exactamente lo mismo.

Suspiré.

— No pienses mucho, te dará dolor de cabeza. — Dijo él.

— Es inevitable, todos los pensamientos vienen por si solos. — Suspiré.

— No estás bien, ¿verdad?

— Estoy tan bien que quiero hasta tirarme de un edificio.

— Hey, no digas eso. — Frunció el ceño.

Suspiré. — Estoy estresada.
Pensaba que ella nunca volvería.

— ¿Quién?

— Pensaba que ya te lo había dicho...Mi mamá

— ¿Qué sucede con ella?

— Me quiere matar

— ¿Ah?

— No diré nada más.

— Bueno..Mañana debemos estudiar, ¿qué sucederá con tu uniforme?

— Me saldré de estudiar

— ¿Qué?

— ¿Por qué vivo?
La vida no tiene sentido
Algún día vamos a morir.

— Cállate

— No

— ¡CÁLLATE!
Algún día vamos a morir, pero como morimos también nacimos, no nacimos para nada. — Dijo mientras apretaba sus puños.

Miradas con el chico raroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora