❛Perro❜

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Sosteila

Estaba caminando con Benjamín y Camilo, Alexander ni idea del porqué no vino.

Estaba mirando a todos lados, ya que Benjamín nos llevó a un lugar que estaba lleno de perros, gatos, pájaros, etc..

¿Por qué? No sé

Eso sí, amo a los animales, y me encanta estar en este lugar.

Mi mirada se quedó en un perro, un perro bastante peludo, café, con manchas blancas, ojos de color café bastante claro y algo agresivo.

Se parece a Benjamín

Sonreí.

- Benja, ¿podemos ir a ver ese perro? - Pregunté.

- ¿Benja?

- Me da pereza decir tu nombre completo. - Rasque mi cuello.

- Entonces dime "cariño" - Sonrió.

- ¿Cómo?
No, mira mira, "Benja" tiene cuatro palabras, mientas "cariño" tiene...¡6! ¡6 palabras!

- Joder, me caes muy mal. En primer lugar tiene 5 letras.
Ve y mira al perro, eso si, no vengas con estupideces de "oh, mira, me encariñé con el perro, ¿lo llevamos?"

- Estúpido..Entonces no nos hubieras traído. - Murmuré.

- Hola, buenas tardes. ¿Con qué le puedo colaborar? - Dijo una señora de pelo corto.

- El perro...Quiero verlo. - Estaba nerviosa, odio hablar con los demás ya que siento que diré algo estúpido.
Y bueno, siempre termino diciendo algo estúpido de pensar que diré algo estúpido...Ya cierro el pico.

- Ese...Ese perro es demasiado peligroso. - Suspiro. - Ya lleva mucho tiempo aquí y las personas no lo reciben ya que les da miedo que los mu-

- Quiero verlo, por favor. - Sonreí.

- Bueno... Si eso es lo que quieres. - Bajo la cabeza.
Agarro el perro que parecía estar apunto de comer la cabeza de la señora. - ¡Quieto! - Grito la señora con el ceño fruncido.

Joder, ¿cómo quiere que no le tire a morder?

Agarre el perro con mis dos manos, estaba agitado.

Puse mi mano en su cabeza y comencé a tocarlo.

- Hola, soy Sosteila. - Sonreí.

El perro se quedó como estatua, ya no estaba agitado ni nada, solo se quedó quieto.

¿Qué le pasa? ¿Le dió un yeyo?
Se parece a mi cuando conocí a Benjamín

El perro comenzó a lamer mi cara, joder, si que es adorable.

- Este perro...¿Lo regalan? - Pregunté.
Sabía que mi sonrisa estaba más grande que mi cabeza.

La señora asintió.

- ¿Puedo llevármelo ya mismo? ¿Tiene todas las vacunas? ¿Todo está bien con el perro?

Miradas con el chico raroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora