❛¿Te gusto?❜

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Sosteila

Estaba acostada en la cama con Benjamín, viendo una película que ya nos vimos como 10 veces.

— Joder, aquí viene la peor parte.. — Dijo Benjamín apretando los puños.

Aunque ni siquiera había pasado la parte ya estaba llorando. — ¡Noo!

Ya los dos estábamos llorando.

De un momento a otro abrieron la puerta.

— ¡Oh por Dios! ¿Por qué están llorando?
¿Ya les dijieron que perdieron el año? — Pregunto la madre de Benjamín. Tenía un plato de galletas y dos vasos de leche.

Joder, es verdad, falta una semana para que digan quien gana y quien pierde el año.

— Yo lo gané, y Sosteila..

— ¡Aún no se sabe! — Me cruce de brazos.

Benjamín asintió.

— ¿Entonces por qué lloran?

— Se murió...

— Era su padre...

— ¿Están viendo una película?  

Asentí.

— Bueno... Deberían ver una más romántica o divertida, cuando era ad-

— Mamá, después hablamos de eso. — Suspiró.

— No seas así. ¿Quieres escuchar mi historia, Sosteila?

— Eh... — Rasque mi cuello.

— No, no quiere mamá, tal vez después la escucharemos. — Dijo Benjamín rodeando los ojos.

— ¡Eres muy aburrido, Benjamín!
Bueno... Los dejo solos, parejita. — Dijo su mamá mientras guiñaba un ojo y salía de la habitación.

Sonreí.

— ¿Qué hora es?

— Son las once y once.

— Deseo que Benja deje de morderme los pies mientras duermo.

Comencé a reír. — ¿Realmente hace eso? ¡Es lindo!

— ¡No es lindo! Tiene unos dientes de tiburón.

Sonreí. — Se parece a ti.

— ¿Tengo dientes de tiburón? — Frunció el ceño.

Negué con la cabeza. — Muerdes

— Yo no muer- ... Solo fue una vez.

— Yo deseo tener dinero

— Si tu deseo se cumple debes mantenerme...

— ¿Por qué?
¡Seremos una familia adinerada!

— ¿Familia?

Mi cara comenzó a arder. — So-Somos amigos, ¿no? — Agache mi cabeza.

— Amigos y familia son cosas diferentes. — Sonrió.

— Bueno, mala elección de palabras entonces.

— Sosteila, ¿te gusto?

— ¿Pe-Perdón? — De nuevo comenzó mi cara a arder.

Pensaba que era obvio

— Te gusto, ¿no es así?

— ¿Por qué dices eso? — Mire hacia otro lado.

— Bueno... Es que parece que te gusto. — Sonrió.

Miradas con el chico raroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora