❛Hotel - 2❜

6 1 0
                                    

Nunca vayan a un hotel raro, por favor.

Íbamos entrando, las personas nos estaban viendo cómo si fuéramos extraterrestres.
De hecho, una persona me escupió.

- ¿Qué diablos...? - Murmuré.

No quería decirlo en voz alta, ya que por alguna razón todos tenían cuchillos, cuchillas o martillos en sus manos.
O bueno, cualquier cosa para atacar.

- ¿Tienes miedo? - Dijo Benjamín susurrando en mi oído.

Asentí.

Agarro mi mano, y ajunto sus dedos con los míos.

- Estarás bien. - Susurró en mi oído.

Asentí.

La verdad sí estaba aterrorizada, las personas eran muy extrañas, en especial la señora del hotel que dice las habitaciones.

Cuando nos dieron el número lo repitió como cien veces, y cada vez que se equivocaba se golpeaba con algo.

Nuestra habitación era la diecisiete, cuando entramos no la vimos pequeña, eso sí, estaba llena de polvo.

Mi nariz comenzó a ponerse roja y a picar.

- Pf, te ves graciosa. - Dijo Benjamín.

- Pica mucho.. - Fruncí el ceño.

- ¿Por qué no organizamos la habitación? Se ve que Sosteila la está pasando mal. - Dijo Alexander.

Te adoro

- Gracias - Sonreí.

Estábamos volviendo con la escoba y todo lo que usamos para limpiar, me preguntó cómo harán para estar aquí esas personas..
Y bueno, es un hotel, pero veo que esas personas viven aquí.

De repente sentí una mano en mi brazo, que empezó a empujarme hacia un lugar.

Mi corazón empezó a latir al cien y empecé a temblar.

- Po- - Una mano tapo mi boca.

Sabía bien de quién era esa mano.

Me calme y tire mi cabeza hacia atrás, haciendo que mi cabeza quedé un poco más abajo de su hombro.

Él quito su mano de mi boca.

- Estúpido, me asustaste mucho...- Suspiré.

- Habla más bajo, me están persiguiendo. - Susurro en mi oído.

Por favor deja de susurrar en mi oído

Me va a dar un patatus

Asentí.

- Quédate aquí. - Susurró.
Me apretó más contra su cuerpo.

- ¿Dónde estaban? - Pregunto Alexander.

- Sí - Dije yo.

- Probablemente. - Respondió Benjamín.

- ¿Qué? - Pregunto Camilo, mientras tenían cara de confusión.

- ¿Ya comieron? - Pregunto Benjamín.

- ¿Por qué están tan rojos? - Pregunto Camilo.

- Sí - Dije yo.

Benjamín comenzó a reír.

- Raros... - Dijo Alexander mientras rodea los ojos.

- Ahora que lo pienso.. Sosteila es rara y Benjamin es raro, ¿no son una buena pareja? - Dijo Camilo.

Miradas con el chico raroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora