Corría el año 2009; año en el que empecé a formar parte del Mundo de Candy Candy. Terryfics, un yahoo grupo en aquel entonces, abrió una convocatoria en el que me animé a participar. Lo hice con un minific titulado NAVIDAD SIN AMOR que luego de habe...
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Siendo jóvenes fue difícil aceptar el trazo dado de sus vidas. Por caminos diferentes cada uno vivió la suya. Ya siendo adultos y con la oportunidad que otros desaprovecharon, ¿se animarán a concluir lo dejado pendiente?
NAVIDAD SIN AMOR
by
Lady Graham
. . .
Invierno 1927
. . .
Las calles de la Ciudad de Nueva York vestían un blanco hermoso.
La noche anterior había sido de dura tormenta, y la nieve estaba por doquier.
Central Park no era la excepción, y tampoco impedimento para ser visitado.
Sus árboles lucían preciosos debido a los millones de copos de nieve caída que los cubrían.
Y a pesar de haber sido una noche extremadamente peligrosa, el sol de ese sábado a media mañana estaba en todo su esplendor.
Aun con frío, el lugar estaba concurrido por familias donde padres e hijos jugaban felices formando mil figuras con la nieve.
Otros, eran paseantes deportistas que se ejercitaban ya fuere caminando, trotando o conduciendo sus bicicletas.
Pero nuestra historia se enfoca en un hombre de aproximadamente 30 años de edad.
Éste caminaba lentamente por una de las veredas del parque y miraba con cierta melancolía los gestos felices de algunas parejas.
Su porte elegante tampoco pasaba desapercibido, ya que era un hombre alto, de cabellos castaños y un corte de pelo que lo hacía verse muy varonil, ¡y qué decir de su gran atractivo!
Empero, eso no era todo lo que las mujeres percibían de él, sino su exquisita fragancia que desprendía cuando el hombre pasaba a lado de ellas.
Él, a pesar de ir cubierto con un abrigo largo negro, guantes de piel y bufanda, se percató que por muchas de esas féminas fue reconocido.
¡Claro! quién no conocía al famoso y talentoso actor de Broadway: Terry Granchester.
No obstante, eso a él no le impidió seguir caminando y manteniendo su mismo ritmo con el cual...
Recorrería unos cuantos pasos más, cuando a cierta distancia, nuestro protagonista descubrió una banca.
Quitándose los guantes, la limpió con ellos y se sentó, quedando justo en frente de un pequeño lago que ya estaba congelado gracias a las bajas temperaturas.