Una hora más tarde, nuevamente la pareja salía de aquel lugar; y un cierto aire de molestia seguía rodeándolos.
Y es que la rubia con los brazos cruzados, era abandonada casi en la entrada del establecimiento; y en lo que esperaba por su abrigo, se paseaba por el estrecho recibidor.
Cuando ella se detuvo para mirar tras el cristal, escuchaba a sus espaldas:
— ¿Aquí tomaremos el desayuno, papá?
La mujer se paralizó al reconocer la vocecita del pequeño; y un escalofrío le recorrería por la espalda erizándola todita cuando oyera la voz varonil del hombre y... ¡cómo temió volverse de inmediato!
— Sí, Kyle. Desayunaremos con Robert quien desea verte y después iremos a la casa de la abuela Eleanor — Terrence informó a su hijo; y alguien descubría a la rubia:
— Candy, cariño, aquí estás. Listo, amor, tengo tu abrigo, déjame te ayudo — se ofreció el pelirrojo con tono meloso.
Los sentidos del castaño se activaron haciéndolo girar su cabeza rápidamente al escuchar el nombre de la mujer; y las palabras de afecto que su acompañante le dirigía tampoco pasaron desapercibidas.
Por supuesto, Terrence observó la delicadeza con que la rubia era tratada, y eso hizo que su corazón latiera a dos mil por hora cuando sus ojos no le engañaron al descubrir la hermosa visión.
Con gran impaciencia, él buscaría la mirada verde de ella al preguntarle:
— ¿Candy? ¿Candice White Andrew?
Y sus miradas una vez más, se encontraron.
— ¡Ésta sí que es una verdadera sorpresa! — expresó el castaño.
La mujer se quedó en shock por la cautivadora sonrisa que aquel hombre le dedicó haciendo que con dificultad y nerviosismo le respondiera:
— Hola, Terr...ence. ¿Cómo... estás?
— ¡Sorprendido, en verdad... de verte!
Los gestos del actor no eran para nada disimulados ni mucho menos lo serían al exclamar:
— ¡Ha pasado demasiado tiempo!
— Sí, bastante — afirmó ella perdiéndose por unos segundos en la mirada profunda de aquellos ojos con tinte verde y azul que tenía ¡años! que no se veía reflejados en ellos.
De repente, la pecosa reaccionaba:
— Bryan, te presento al Señor Terrence Granchester, un amigo del colegio. Terrence...
— Bryan Gates, prometido de la señorita Andrew — respondió el hombre de modo grosero no dejando que ella terminara porque diría: — y no necesitas presentármelo, Candy, porque... ¿quién no conoce al famoso actor de Broadway? ¿No es así, señor Granchester?
Terrence notó el dejo de ironía que empleara el sujeto aquél.
Aun así, el actor no le prestaría mucho caso y mejor se dedicaría a extenderle la mano que fue aceptada con firmeza.
— Un gusto, señor Gates; y... gracias por el elogio.
Después de esto, Terry lo ignoró por completo, volviendo a sonreír a la rubia para preguntarle:
— Y... ¿cómo están todos, Candice?
La mencionada actuó rápidamente para distraer el momento de fricción entre los dos caballeros.
— Todos están bien, gracias. Pero, Terrence... ¿acaso no me presentarás a este caballerito? — reprochó ella muy sonriente, acercándose al pequeño Kyle que miraba a su padre desde abajo con cierta timidez.
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NAVIDAD SIN AMOR
FanficCorría el año 2009; año en el que empecé a formar parte del Mundo de Candy Candy. Terryfics, un yahoo grupo en aquel entonces, abrió una convocatoria en el que me animé a participar. Lo hice con un minific titulado NAVIDAD SIN AMOR que luego de habe...