Frente a lo dicho por Candy, el castaño también sonrió y le preguntaría:
— ¿Y cuál es tu especialidad?
— Es algo complicado — dijo la pecosa y desviaría un poquito el tema: — Me comentó Albert que habías ido a Chicago.
Terrence la miró fija y directamente a los ojos para responder de lo más sereno:
— Ah, sí. Ya hace mucho tiempo de eso.
— Sí, por supuesto.
La rubia, al notar la indiferencia que le demostraron, retomaría lo cuestionado anteriormente:
— Bueno, pues me fui a las selvas de los países latinoamericanos. Allá, necesitan mucha ayuda médica, ¿sabes? Tantas enfermedades que están brotando y me concentré en Sanidad: control de salud. Desarrollé programas de prevención, vacunación, en fin; aunque te confieso que no fue nada fácil al principio, pero hoy te puedo presumir que me hice una experta en la química y he realizado uno que otro medicamento. Así que, estas conferencias son sólo las experiencias que viví por aquellos rumbos —, la fémina se encogió de hombros como si no hubiese hecho la gran cosa.
— Candy, sólo porque lo estoy escuchando de ti; pero si fuera otro, ¡imposible de creerlo! ¿Tú, toda una química?
Clásicamente, él se hubo mofado de ella que respingaba:
— ¡Oye, no te burles —, y con su puño le golpeó el brazo. — Claro que sí. Algo tenía que aprender de mi querido Stear — complementó la mujer con una bella sonrisa.
— Por cierto, ¿y qué de... Archibald? ¿Tus amigas...?
Terry se tomó un tiempo para luego decir:
— Lo siento, no recuerdo sus nombres —, él se tocó rápidamente la sien.
— ¡Eso sí qué es novedad! ¿Terrence Granchester no usa más los sobrenombres? — hubo sido turno de ella de burlarse.
Haciendo una encantadora sonrisa de lado, el actor respondía:
— Bueno, algún cambio positivo debía de mostrar ante una celebridad científica como tú, ¿o no? — él le guiñó un ojo; y ella se sintió morir, más le siguió prestando atención, — además, lo estoy haciendo para que no te molestes como lo solías hacer.
— ¡Eres incorregible! Pero, en fin. ¿Qué te puedo decir de ellos? Archibald ha quedado a cargo de los Consorcios Andrew; se casó con una guapa francesa y ahora tienen tres bellos niños.
— ¿Y qué pasó con Annie? Muy seguro estaba que Archie se quedaría con ella — preguntó Terrence con gran interés y recordando el nombre de "la tímida".
— Pues no. Mi amiga Annie se fue a Italia; allá conoció a un portugués que hizo negocios con el Señor Brighter; se casó y sigue todavía allá. Patty, con Patty, no lo vas a creer... ¡se fue con Albert!
Ante ese dato, ella lo había tomado ligeramente de su antebrazo.
— Tal vez cuando vuelvan nos traigan sorpresas... uno no sabe — finalizó la rubia con picardía.
— WOW! Sí qué hubo grandes cambios con ellos — dijo Terry.
De pronto, él recordaba:
— Oye, creo que mi madre sólo nos engañó con las bebidas, ¿vienes conmigo? No sé, tal vez podamos comer algo. Yo no he probado alimento desde que me levanté — confesó Terrence mientras se enderezaba.
Al estar de pie, él ofreció su mano para ayudarle a ella a levantarse también, cosa que la rubia aceptó con gusto.
— Claro que sí —, pero, — Terry, ¿crees que... pueda ver a tu hijo? — ella lo solicitó caminando ya hacia la salida.
— Por supuesto, Candy. Sólo que con todo este problema lo llevaron a una recámara de arriba y allá está feliz abriendo infinidad de regalos que mi madre le ha comprado.
En eso, la señora Baker que venía saliendo del comedor se alegró mucho al ver a la pareja que ya había abandonado el privado, tomados de la mano y sonrientes.
— Dios haga milagro en ellos. Se ven tan bien juntos — rogó la dama para sus adentros.
Consiguientemente, les decía:
— Ya iba a llamarles, hijo. Me acordé que no has probado nada de alimento y ordené nos prepararan algo especial. Nos acompañarás, ¿verdad, Candy?
— Por supuesto, señora Baker — aceptó la pecosa felizmente, olvidándose por completo de todo tipo de compromisos y se dispuso a disfrutar de la compañía de los actores.
— ¿Y Kyle? — preguntó el actor en lo que ingresaban al elegante comedor.
— Sally lo está cambiando y enseguida baja para reunirse con nosotros. Toma asiento, Candy, por favor, ahí al lado izquierdo de Terry — señaló la dama y la rubia obedeció tal cual.
Y precisamente se estaban acomodando en sus lugares cuando el pequeño Kyle ingresó al lugar corriendo y con un gran juguete en mano; pero, en cuanto vio a la invitada se detuvo abruptamente y agachó su cabeza con timidez.
— Kyle, ven, hijo. Saluda a Candy — ordenó el padre y el niño levantó la cabeza para decir:
— Hola.
— ¡Hola! — respondió la rubia enamorada ya de la criatura; — ¿es ese tu regalo de Navidad? — le preguntó; y el chiquillo asintió positivamente. — ¡Es precioso! ¿Me dejas verlo?
Kyle miró a su padre y éste le guiñó un ojo.
Con un movimiento de cabeza extra, Terrence le indicó que se acercara a ella haciéndolo así el pequeño: fue, mostró su juguete y comenzó a explicarle a Candy lo que hacía su regalo dejando a un lado toda su desconfianza.
Pasados unos minutos y en lo que traían la comida, el actor se levantó y comenzó a servir unas copas de champagne.
Las repartió entre las damas; y como el pequeño ya estaba en su lugar a un lado de su abuela, vio pasar a su padre y le diría como reprochándole su olvido:
— A mí no diste refresco de burbujas, papá —; y todos rieron del encanto del chiquillo.
— Esto no es refresco de burbujas, hijo. Ahora Sally te traerá tu bebida.
Y en efecto, no tardó mucho cuando la mucama ingresó con los platillos y el jugo del niño.
Con ello, el tiempo prosiguió su marcha, y a pesar de la desgracia que embargaba a la familia, los adultos procuraron que el pequeño Kyle disfrutara de su Navidad, viéndosele feliz y cada vez más en confianza con la guapa rubia.
Por supuesto, a Terrence le sorprendió que el chiquillo, desde su ingreso al comedor, no volviera a preguntar por su madre.
Tal vez, era la atención que la pecosa le prestaba y eso no daba la oportunidad, pero lo que sí, era que el castaño de vez en cuando le dedicaba una mirada a la hermosa mujer que tenía a lado y no podía dejar de admirar su gran belleza, tanto interior como exterior.
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NAVIDAD SIN AMOR
FanfictionCorría el año 2009; año en el que empecé a formar parte del Mundo de Candy Candy. Terryfics, un yahoo grupo en aquel entonces, abrió una convocatoria en el que me animé a participar. Lo hice con un minific titulado NAVIDAD SIN AMOR que luego de habe...