capítulo 8.

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Jisung y yo estábamos en clase de estadística, aquella era la clase que más odiábamos

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Jisung y yo estábamos en clase de estadística, aquella era la clase que más odiábamos. No entendía en qué me iba a servir a mi esa clase si lo que quería es ser psicólogo. Pero en fin, debía asistir si no quería reprobar.

—¿Qué hiciste este fin?

—Fui a una fiesta con Minho—Jisung me miró incrédulo y se rio.

—No, ya en serio, ¿qué hiciste?

—Eso, fui a una fiesta con Honnie—repetí con completa seriedad.

—¿En verdad?—preguntó con asombro. Pues él sabía que Minho jamás quería llevarme a una de sus fiestas.

Jisung—mi mejor amigo— sabía perfectamente cómo era Minho y la verdad es que no estaba de acuerdo con nuestra relación. Más de una vez me vio llorando por él, más de una vez consoló y me oyó decir que ya no volvería con Minho, más de una vez fue testigo de las escenas de celos que me hacía. Y por eso, no le caía nada bien.

Jisung quería que terminara con él, siempre me decía que no me hacía nada bien, que no me merecía y que debía abrir los ojos, pero yo no quería escucharlo. Porque yo soy quien en realidad no merece a Minho, él es demasiado para mi.

—Si, la pasamos bien.

—Ah, que bien—respondió sin mucho ánimo.

A Jisung no le caía bien Minho y era exactamente lo mismo al revés.

Más tarde, las clases de gimnasia habían comenzado. Debíamos cambiarnos para esa clase y yo me dirigí hacía los vestidores junto a Jisung. Saqué de mi mochila mi uniforme para gimnasia, pero me di cuenta que no había metido mis pantalones.

—Joder—me quejé en voz alta.

—¿Qué sucede?

—No traje mi pantalón—solté un suspiró de frustración y me senté.

—Siempre traigo un short de repuesto, te lo presto—buscó entre sus cosas y me lo dio.

—¡Mil gracias!—me lo puse rápidamente y noté que me quedaba un poco apretado, pero estaba bien. Estaba más arriba de la rodilla, pero tampoco era tan corto como él de las niñas.

El profesor Lee comenzó a dar las indicaciones; jugaríamos voleibol en equipos de dos. Yo odiaba jugar eso porque era realmente pésimo, siempre aventaba mal la pelota o terminaba recibiendo un golpe con la misma, pero no pude decir nada ante aquello y la partida comenzó.

Al principio tuve suerte, todos atrapaban la pelota y la pasaban, menos yo. Solo me estaba haciendo tonto ahí parado. Pero mi suerte no duró mucho, pues sin darme cuenta, la pelota iba hacía mi y me golpeó en la cabeza tan fuerte haciendo que cayera al piso.

—¡Lo siento, Seungmin!—se disculpó Eunwoo.

Todos se acercaron a mi para ver si estaba bien, pero quien me ayudó a levantarme fue Taemin.

—¿Estás bien?

—Si, estoy bien—contesté pero mi herida en la cabeza decía lo contrario.

—Lee, llévalo a la enfermería—le pidió el profesor y él asintió.

Jisung me dio una mirada de lastima y después salí de ahí junto con él rubio.

—¿Te duele mucho?

—No, no te preocupes—me solté de su mano—Puedo caminar solo.

Llegamos a nuestro destino y la enfermera me revisó. No me había hecho tanto daño, con un poco de pomada sería suficiente. Ella me la colocó en la frente y cuando terminó, salió de la habitación dejándonos a nosotros solos.

—Gracias por traerme, pero ya puedes regresar a las clases.

—Déjame ver, ¿si?—apartó el cabello de mi frente para mirar bien la herida, pero en ese momento la puerta se abrió.

No tardaron en avisarle a Minho lo sucedido y si, también recalcaron que Lee Taemin me llevaba de la mano.

—Quita tus asquerosas manos de mi novio, maldita sea—fue lo primero que dijo para después agarrarlo del cuello de su camisa bruscamente—Lárgate ahora mismo.

—Solo estaba ayudándole.

—Me vale una mierda—lo empujó—Bastaba con que lo trajeras y después te largarás de aquí.

—Minho, amor...

—Cállate Seungmin—me dijo con enojo—No te acerques a él, ¿me escuchaste?

Taemin asintió y sin más, salió huyendo de la habitación. No le convenía tener un ojo morado o un labio roto.

—¿Y ese short?—apuntó la prenda mientras arqueaba una ceja—¿Quieres que te miren las piernas o qué?

—Olvide mi pantalón...

Minho tomó aire y luego lo exhaló tratando de calmarse.
—¿Qué te paso?

—La pelota me golpeó.

—¿Quién fue el imbécil que te golpeó con ella?

—No sé, Honnie.

—¿Tratas de defenderlo?

—No, no es eso. Solo que no vale la pena que te pelees, por favor déjalo así, fue un accidente—sonreí para calmarlo pero él no lo hizo.

—Su nombre, ahora.

—Pero...

—Ahora, Seungmin—me ordenó y no tuve más remedio que decirle.

—Eunwoo.

—Bien, déjame ver tu herida—alce mi su rostro y dejé que la revisara—Mira nomás como te lastimó ese idiota, bebé.

—No es para tanto, Honnie.

Dijera lo que dijera, no iba a hacerle cambiar de decisión. Golpearía a Eunwoo por haberme lastimado si o si. Porque él me protegía de quien sea, nadie podía hacerle daño a su bebé—ósea yo—.

Aún si había sido solo un accidente...

Gracias por leer<3

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novio toxico ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora