-𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔠𝔦𝔫𝔠𝔲𝔢𝔫𝔱𝔞 𝔶 𝔠𝔦𝔫𝔠𝔬-

617 65 29
                                    

Kim Seungmin.

No era necesario que les dijera a mis amigos lo que había sucedido, ¿para qué? no tenía caso darle importancia a algo que no lo tenía. Así que regresé a la mesa en donde ellos estaban con una sonrisa fingida.

Si, fingida, porque no puedo mentirme diciendo que tengo ganas de hacerlo. Verlo me había hecho sentir peor de lo que creí, pero no quería darle ese poder en mi de nuevo, yo era una persona emocionalmente estable y él no vendría a arruinar eso con su simple presencia, ya lo había superado, ya no sentía nada más que odio hacia su persona.

—Regresé—. les avisé sin sentarme— Pero iré por algo de tomar.

—Bien— contestó Jisung sin mirarme y siguió platicando con su novio.

Me dirigí a la barra para pedir el alcohol más fuerte que tuviesen y lo bebí de un solo golpe provocando que hiciera un mueca de desagrado al sentir el líquido bajar por mi garganta. Sin saber porque, observé con atención la pista de baile tratando de buscar con la mirada a Minho y finalmente lo hice.

Ahí estaba él, con su amigo Jackson de siempre e iban acompañados de dos chicas. Aquello me causó enojo, porque me hizo recordar que Minho al final prefirió quedarse con una chica, que intentarlo seriamente conmigo y cambiar para nuestro amor.

Y entonces cambié de opinión.

Si Minho creía que podía andar por la vida muy feliz después de que yo pasé tantos años sufriendo por su culpa, estaba equivocado. Yo no lo iba a permitir, ahora que había regresado y encontrado aquí, me he dado cuenta que era una señal divina para qué yo pudiese vengarme de mi patético exnovio al hacerle pasar por lo mismo que yo.

Él tiene que sufrir hasta el punto de revolcarse del dolor y yo me encargaría de eso.

Me dirigí hacia la pista exactamente a uno o dos metros de donde estaba Minho y sin importarme conocer al chico a quién me le pegué, comencé a bailar con él. Por suerte y más que obvio, ese chico de cabellos cafés me correspondió y colocó sus manos sobre mi cintura.

—¿Cómo te llamas?—. me preguntó sin dejar de bailar.

—Seungmin— moví mis caderas de un lado a otro sin dejar de mirar a Minho quien no se habías dado cuenta de mi presencia.

—Lindo nombre.

—Ya lo sé— aparté mi vista rápidamente cuando vi que Lee estaba volteándose. Supongo que sintió mi mirada, así que tomé al chico de la nunca y estampé mis labios contra los suyos para darle un feroz beso.

Él no dudó en seguirme y rodear mi pequeña cintura entre sus brazos para acercarme más a su cuerpo y mover sus labios al ritmo de los míos. Dejamos de besarnos y yo miré a Minho, estaba viéndome.

Nuestras miradas se conectaron por unos segundos, pude notar que estaba sorprendido, como tratando de asimilar lo que había visto.

En un night-club tan grande como lo era aquel, había tantas personas que no importaba si te besuqueabas y toqueteabas con alguien, nadie te pondría atención, pues cada quien estaba en lo suyo.

Así que tomé las manos de ese chico desconocido y las llevé a mi trasero para animarlo a toquetearlo como quisiera, él lo hizo y yo comencé a besar su cuello descaradamente sin dejar de mirar a Minho. Gemí bajito cuando sentí sus manos apretando mi cuerpo y cerré mis ojos cuando sentí sus manos deslizarse por mi hombría.

Cuando los abrí de nuevo, Minho ya no estaba. Fruncí el ceño y lo busqué con la mirada, al no encontrarlo aparte al chico de un empujón decidido a mandarlo al diablo.

—Debo irme.

—Pero-

—Adiós— comencé a caminar entre la gente y pude visualizar al pelinegro entrar de nuevo al baño. No dude en seguirlo sin saber exactamente qué es lo que iba a hacer.

Ahí estaba él, sentado a cuclillas y con las manos tapando su rostro... ¿estaba llorando?

Me le quedé viendo para ver si se daba cuenta de mi presencia y no lo hizo. Así que caminé hacia él y me hinqué para apartarle las manos del rostro.

Me sorprendí al ver que si, tenía lágrimas cayendo por sus mejillas. Él se sorprendió demasiado al verme al frente suyo, pues estoy seguro de que no lo imaginaba para nada.

No le pregunté porque lloraba, no me importaba ni un poco.

— Seungmin, ¿qué haces?— preguntó suavemente mientras me miraba a los ojos.

—¿Realmente lo sientes?

—¿Qué?...

—El daño que me hiciste, ¿te arrepientes? — pregunté aún sin levantarme.

—Por supuesto que sí, me arrepiento como no tienes idea, fui la persona más estúpida del mundo al- — no terminó la frase porque le tapé la boca.

—Bien, te perdono— lo miré sin ninguna expresión y él parecía querer llorar de nuevo.

—¿De verdad?— preguntó cuando quité la mano de su boca.

—Sí, de verdad... yo te he extrañado tanto— sonreí mientras recorría mi dedo índice por sus húmedos labios y me relamía los míos.

•••

Gente, que piensan, que es lo que le pasa al Seungmin para decir eso ¿¿

novio toxico ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora