-𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔠𝔦𝔫𝔠𝔲𝔢𝔫𝔱𝔞 𝔶 𝔰𝔢𝔦𝔰-

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—Te he extrañado tanto, ¿tú a mi no?

—P-por supuesto que si, lo he hecho demasiado, Seungmin— habló con velocidad y una lágrima cayó por su mejilla.

Eso, llora maldita basura inservible.

— ¿Qué tanto?

—Mucho, lo dije, demasiado— dijo sin apartar su mirada de la mía— Dame unos minutos para hablar contigo, te lo pido...

—Bien, te doy unos minutos, pero no quiero hablar— atrapé su rostro entre mis manos y le di un delicado beso pero no moví mis labios. Me levanté y me di la mano para llevarlo a un cubículo y encerrarnos dentro.

—Quiero que me folles— lo empujé encima del retrete y subí encima suyo, el espacio era pequeño pero no lo suficiente.

—Espera, ¿qué haces?— preguntó muy extrañado.

Él nunca me conoció de esta manera, sé que ha de estar sorprendido por eso.

— ¿No quieres? — moví mis caderas para restregar mi cuerpo encima de su miembro— ¿No me extrañaste?

—S-si, pero— no lo dejé decir nada más porque mordí sus labios y metí mi lengua dentro de su boca descaradamente sin dejar de mover mis caderas de adelante hacia atrás. Pronto pude sentir su erección y por mucho que me hubiese gustado no disfrutarlo, la verdad es que si lo hacía.

Por esa gran polla fui follado por tantos años, ¿para qué mentir al decir que no se me antojaba de nuevo?

Pero no, no dejaría que metiera algo que ya estaba más usado que un baño público dentro de mi.

Que asco.

—¿Quieres hacerlo?— susurré su oído para después lamer el lóbulo de su oreja.

—S-si— soltó un gemido bajito y apretó mis muslos.

Me levanté de su regazo y me miró ahí aún sentado. —Ya lo pensé bien y no, no quiero, probablemente tienes SIDA o algo así— lo miré con asco— Así que mejor me voy.

Abrí la puerta y salí de ahí, seguidamente él me siguió desesperado y yo me reí sin que me viese.

—Espera, por favor.

Lo ignoré y salí del baño a toda prisa, pero aún podía escucharlo. —Seungmin, detente, no te vayas... ¡espera!

Caminé con más prisa hasta salir del lugar, sin importarme despedirme de mis amigos, busqué mi auto y saqué la llave para abrirlo.

—No te vayas así— habló Minho haciéndome pegar un brinco del susto. ¿En qué momento había llegado tan rápido?

Joder, ni siquiera sabía con exactitud porqué había hecho eso en el baño, fue un impulso estúpido permitirle besarme y tocar mi cuerpo.

O sea, el problema no era las acciones, el problema era que era él quien las había hecho.

—¿Qué? ¿quieres mi número o algo o así?— me di la vuelta y lo miré con el rostro serio.

—Me gustaría poder verte de nuevo, hay cosas que me gustaría hablar contigo, poder terminar bien... sin rencores.

—¿Realmente crees que te perdonaré?— solté una risita sarcástica— ¿En verdad me creíste cuando dije que te he extrañado?

Él se quedó callado y yo seguí hablando— Pues no, jamás lo haré, ¿sabes por qué? — le empujé con todas mis fuerzas—Porque te aborrezco Minho, cuando te veo solo puedo sentir odio.

—Seungmin, lo siento... en verdad lo siento.

—¿Lo sientes? — repetí con burla— Tú no sientes nada, no tienes sentimientos, eres la peor persona que esté jodido mundo pueda tener. Han pasado años sin verte y en ninguno te extrañe, jamás he deseado verte, es más, incluso me das asco, me causa repugnancia verte, así que déjame en paz.

Él se quedó callado de nuevo pero esta vez me miró con los ojos cristalizados y yo no pude sentirme mejor por eso. Le tenía tanto odio que era capaz de decirle muchas más cosas dolorosas, pero ya era tiempo de irme. Abrí la puerta de mi auto para entrar, lo encendí y finalmente me marché, no sin antes mirar al pelinegro a través del retrovisor.

Conducía con las manos aferradas fuertemente al volante y moviendo mi pierna en señal de ansiedad. Sentía un nudo en mi garganta que me hacía querer vomitar.

¿Así se sentía el rencor?

•••

Gracias por leer<3

novio toxico ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora