capítulo 18.

1.2K 124 10
                                    

Llegué a mi casa y lo primero que hice fue encerrarme en mi habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegué a mi casa y lo primero que hice fue encerrarme en mi habitación. No quise que Jisung se quedara conmigo, solamente quería estar solo y llorar por toda la noche entera. Y así lo hice, ni siquiera me di cuenta de cuánto tiempo había pasado, pero al mirar el reloj supe que eran las cuatro de la madrugada y yo no había podía dejar de llorar y mucho menos dormir.

Me dolía el corazón, pues estaba completamente roto. Minho lo fue rompiendo poco a poco con cada acción y palabras hirientes, pero ahora que había visto con mis propios ojos su traición, terminó de romperlo, él hizo añicos mi corazón.

Me aferraba al oso de peluche que alguna vez me regaló, mientras sollozaba en silencio. Me dolía pensar en todo lo que habíamos pasado en estos tres años juntos, pensar en cada beso, cada abrazo, cada momento feliz y romántico, me dolía mucho porque sabía que todo había sido una mentira.

Quien sabe desde hace cuanto tiempo me había estado siendo infiel y yo ni siquiera me di cuenta de eso. En realidad creía que él me amaba de la misma manera que yo, pero me equivoqué.

Y por eso lloraba más, porque me había creído una ilusión de amor a su lado, porque había creído que era mi príncipe azul y él amor de mi vida. Pero no, no fue así.

Y a decir verdad, hubiese preferido ni siquiera haberme dado cuenta de que me estaba siendo infiel, hubiese sido mucho mejor para mi seguir con aquella ilusión. Bien dicen que «ojos que no ven, corazón que no sienten» y yo no quería ver para no sentir, si me hubiesen dado a elegir que quería, sin duda habría elegido no saber nada y seguir creyendo incondicionalmente en el amor de Minho.

Yo lo amaba tanto, tanto que sentía que iba a morir sin él. Tanto que estaría dispuesto a perdonarlo si él me pidiera otra oportunidad, pero sabía que eso no era correcto. Me estaba perdiendo por no perderlo a él, había tomado una decisión correcta al terminarlo.

Necesita ver por mi mismo, por mi bienestar y estabilidad emocional, ya no podía permitir que Minho siguiera lastimándome a su antojo, debía abrir los ojos de una vez por todas.

Debía ser fuerte, debía soportar estar sin él, el dolor no sería para siempre... ¿verdad?

Miré el reloj; ya eran las cinco de la mañana. Solo tenía una hora para dormir, pues debía despertarme para ir a la universidad. Ni siquiera quería ir, no quería ver a Minho, sabía que intentaría hablar conmigo, que rogaría por mi perdón y yo no era fuerte cuando veía sus hermosos ojos, me volvía frágil y débil. Si llego a quedarme solo con él, estoy seguro, voy a terminar perdonándolo. Por eso le pediría a Jisung que no me dejara solo ni un momento.

Ya no quería más, no quería seguir cayendo en sus mentiras, ya era demasiado.

Y tampoco podía más...

/~/

Me perdí la primera clase, pues a la hora en que iba a salir de casa, Minho estaba afuera esperándome y no salí hasta que se fue. Tomé un taxi para llegar lo más pronto posible, pero no pude llegar a tiempo. Ahora me encontraba sentado en las mesas del patio del edificio, realmente me veía mal, cansado y tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Ni siquiera había desayunado nada, pues no tenía apetito.

Escondí mi rostro entre mis manos y cerré mis ojos por unos segundos para descansar. Tenía tanto sueño que sin darme cuenta terminé por quedarme dormido ahí mismo. Una voz y unas manos sobre mis hombros me despertaron.

—Seungmin, despierta.

Yo me levanté de golpe y abrí mis ojos en alerta. Me relajé al ver que era mi compañero de clases; Mark.

—Dios, me quedé dormido—froté mis ojos y lo miré—¿Qué hora es?

Miró su reloj y me contestó; —Son 8:10, en 20 minutos empieza la próxima clase.

—¿Tampoco entraste a la primera?

—Me quedé dormido.

—Oh, bueno... gracias por despertarme—le sonreí apenas.

—¿Estás bien?—se sentó a mi lado—No quiero ser entrometido pero te miras muy triste y cansado... ¿te puedo ayudar en algo?

No quería hablar con Mark sobre lo que sentía, sinceramente no quería hablarlo con nadie. Solo quería sufrir en silencio, sin ayuda de nadie, en pocas palabras; quería estar solo. Pero tampoco quería ser grosero con él, se estaba preocupando por mi y eso era amable de su parte.

—Lo siento, pero no quiero hablar de eso...

—No te preocupes—me sonrió dulcemente—Faltan quince minutos para las clases y necesitas despertar para poner atención. Te invito un café, ¿qué dices?

Lo primero que hice fue pensar en Minho, pero, ¿por qué lo hacía? no tenía porqué preocuparme si me veía con Mark, no tenía derecho. Habíamos terminado y aparte, no podía ser tan cínico como para reclamarme algo, él me había sido infiel.

—De acuerdo—acepté por fin—Muchas gracias, en verdad.

—No es nada—me aseguró.

Yo en definitiva necesitaba tanto ese café.

Yo en definitiva necesitaba tanto ese café

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Gracias por leer!

novio toxico ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora