Karla
Por favor, avísenme cuando lleguen.-En mis manos llevaba ambas maletas de Sofia, ya que parecía que ella había hecho una mudanza y no solo unos pocos días, fuera de casa.
Ya Mila, es la quinta vez que lo dices. Lo haremos, pero tú ya deja de hablar, por favor.- La risa de mi padre resonó por detrás de nosotras, ahora los tres llevábamos cosas hacia la camioneta.
Papá sacudió sus manos, antes de cerrar la puerta del transporte. Mirándome con una sonrisa, algo triste.Mi niña.- Habló mientras me arropaba entre sus brazos, aún no estábamos preparados para despedirnos. Su cálida mano acariciaba mi cabello, mientras una lágrima brotaba de mi. Sentí la calidez detrás mío y entonces otra persona más, me rodeaba con sus brazos. Sofia tampoco quería que nos alejemos, pero esto debía ser así. Al menos por un tiempo más.- Nos veremos más seguido cariño, puedes pedírselo a Concepcion.- Asentí mientras acariciaba el brazo de mi hermana, el cual llevaba en mi cintura.
Lo sé, lo haré. Intentaré verlos más seguido, quiero que así sea.- Mi padre dejo un beso sobre mi frente, justo antes de separarse de mi y frotar sus ojos.
Bueno, basta. Parece que nos estamos despidiendo para siempre y eso no es así, nos veremos en un tiempo más.- Aquello sonaba más a una nota mental, que a un comentario hacia nosotras. Nadie quería alejarse, pero por nuestro bien, teníamos que hacerlo.
¿Cuando volverás al convento?- Habló mi hermana, acariciando mi mano.
Hoy mismo, me pasarán a buscar.- Sofi me miro con algo de picardía en sus ojos, pensando que Lauren vendría por mi, aunque tampoco estaba herrada en ese pensamiento.
Esta bien hija, entonces también tú, avísanos cuando llegues.- Asentí, para luego darle un abrazo más al hombre que me dio la vida, pero esta vez fue más corto e intentando no volver a llorar en el acto.- Te amo cariño, jamás olvides eso. Estaremos en contacto y nos volveremos a ver, cuídate por favor.- Hablo mi papá, mostrándome una pequeña sonrisa antes de entrar en la camioneta.
Sofi se posicionó en frente mío, mirándome con aquellos hermosos ojos marrones, llenos de lágrimas. Acaricie su mejilla, dejando un pequeño beso sobre su frente.Te amo, hermanita.- Hablé acariciando su pelo, Sofia siempre había sido mi debilidad. Ella siempre fue mi punto, desde que estaba en el vientre de nuestra madre, yo sabía que aquella pequeña niña haría mi vida más feliz.
También te amo, Mila.- Contesto con su voz un poco tomada, gracias al pequeño llanto. Ambas soltamos un largo suspiro, antes de separarnos.- Recuerda lo que te dije, mamá solo quería verte feliz. No seas tan cobarde de renunciar a lo que sientes, solo por miedo o por pensar, en qué esperan los demás de ti. Es tu vida Camila, tu debes vivirla a tu manera.- Asentí, anotando mentalmente sus palabras en mi. ¿En que momento, ella había crecido tanto? Ahora tenía una mujer en frente mío, ya no era mi niña pequeña.
Lo mismo para ti, mamá quería que ambas fuéramos felices por sobre todo, Sofi.- Ella asintió, dejando un beso sobre mi mejilla y caminando hacia la camioneta.
No se olviden de avisarme, por favor- Hablé asomándome por la ventana, mirando como mi padre giraba sus ojos. Un poco cansado por mis palabras, ambas reímos por aquel gesto.
Esta bien señora, le avisaremos.- Asentí entre risas, mientras el auto arrancaba y ambos desaparecían por la calle de tierra.
Los extrañaría tanto, ellos eran mi única familia. Las únicas dos personas que sabían todo lo que había pasado, habíamos vivido esto juntos y los tres habíamos salido de esto, juntos.
Las vibraciones en mi bolsillo llamaron mi atención, agarrándolo entre mis manos y observando el brillo en la pantalla.
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Amor a Dios
FanfictionMi madre siempre pensó, que me enamoraría y formaría una familia. Junto a un hombre amoroso y dedicado, con unos hermosos y traviesos niños. Pero luego sus pensamientos se hicieron añicos, cuando me vio besando a mi mejor amiga, tenía trece años. P...