Lauren
Lunes, horrible, los odio, los desprecio. La resaca aún me afectaba, anoche había sido una muy bonita. Hacia mucho tiempo no disfrutaba para salir solo con mis amigos, aunque también había disfrutado de una mujer. Pero aquello había sido un poco más difícil, ya que cada vez que cerraba mis ojos. Allí estaba Karla, incluso cuando sacaba el corpiño de aquella morocha, podía verla a ella aunque sonara un tanto acosador. Mi mente me jugaba una mala pasada, todo era ella, hasta cuando soñaba. Mierda, Karla estaba acabando conmigo, con mi mente y con mis sentimientos.
Unas vibraciones provenientes de mi bolsillo trasero, me terminaron de despertar.Levántate, idiota.- Atendí frotando mis ojos, para luego acariciar mi cabeza con suavidad. Estaba muerta, la resaca acabaría conmigo.
¿Qué quieres, Liam?- Pregunte de mala manera, mirando hacia la ventana. Ya era de día y debía levantarme.
Son más de las diez de la mañana Lauren, le dijiste a Concepción que estaríamos allí a las diez y cuarto, y aún no te levantaste. - Mi mente aún no comprendía sobre lo que decía el idiota, así que giré mi cuerpo hacia un costado. Tapándome y acurrucándome entre las sábanas.- Karla estará en el coro, yo que tú lo pensaría bien.- Mis ojos se abrieron rápidamente en cuando aquellas palabras salieron, hoy empezábamos las prácticas del coro.
Mierda, si. En quince minutos te quiero en casa.- Conteste por última vez, aunque de levantarme con torpeza. Estaba muy ansiosa por verla y más aún por escucharla cantar, otra vez.
Karla
Hermanas, no se olviden que en unos minutos empezaran con las prácticas del coro, Lauren estará llegando en cualquier momento.- Recordó Concepcion, mientras yo me concentraba en lavar las pequeñas tazas del desayuno, aunque no quería encontrarme con aquella ojiverde, debía hacerlo. Me veía obligada a asistir en las clases del coro.
Unas pisadas me distrajeron, encontrándome con Dinah acercándose a mi lado, mirándome y guiñándome un ojo, insoportable.Estás ansiosa por verla ¿Verdad?- Preguntó con algo de burla, pero no llegue a contestar, ya que una voz detrás nuestro llamó nuestra atención.
Perdón hermanas, buscaba los...- Un hombre apareció por la puerta de la cocina, su pelo rubio y sus ojos azules resaltaban de su rostro.
¿Los baños?- Pregunte, bajo su atenta mirada.
Si. ¿Pueden guiarme hacia ellos?- Seque mis manos en mi delantal, antes de asentir con una leve sonrisa. Escapando de la hermana, Dinah.
Parece que no solo Lauren, te coquetea.- Acoto mientras yo salía por la puerta de la cocina, la miré con mala cara una vez más, antes caminar hacia el pasillo.
Rogaba porque aquel hombre, no haya escuchado a mi amiga. Caminamos por los pasillos del convento, llegando al centro de el. El sujeto caminaba detrás mío, ambos en silencio. Aunque podía sentir su penetrante mirada, solo decidí por apurar el paso hacia los baños. En cuando llegamos a ellos, me paré en la puerta, señalándola.Gracias hermana, aunque antes que nada perdón por mi torpeza, por no presentarme. Emmanuel Gutiérrez, soy el encargado de las refracciones de la capilla. Así que al parecer nos veremos seguido.- Acotó el joven, regalándome una sonrisa, para luego estirar su mano.
Karla Estrabao, un gusto.- Sonreí, un poco avergonzada por su intensa mirada sobre mi. Nuestras manos se estrecharon con firmeza, pero un pequeño carraspeo de garganta, nos interrumpió.
Buenos días.- Aquella voz que tanto conocía, sonó detrás mío. Logrando que alejara mi mano de Emmanuel, para girarme con lentitud y mirarla.
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Amor a Dios
FanfictionMi madre siempre pensó, que me enamoraría y formaría una familia. Junto a un hombre amoroso y dedicado, con unos hermosos y traviesos niños. Pero luego sus pensamientos se hicieron añicos, cuando me vio besando a mi mejor amiga, tenía trece años. P...