Karla
En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén. - Ambos repetíamos la pequeña estrofa, juntos.
Dime Karla ¿Qué quieres confesar hoy?- Preguntó, el padre Luciano.
No se que pasa conmigo padre, algo esta mal.- Respondí jugando con mi rosario, sobre mi hábito celeste.
¿A que te refieres con eso, Karla?- Levante la mirada con lágrimas sobre mis ojos, Luciano me miró con intriga y preocupación.
Por primera vez en mis siete años de noviciado, estoy dudando de mi vocación religiosa.- Añadí, mientras una pequeña lágrima resbalaba por mi mejilla. El padre me miró con sus ojos bien abiertos, asombrado ante mi confección.
¿Pero porqué?- Tenia que decirlo, llevaba días castigándome internamente por ello. Incluso llevaba días encerrada en mi habitación, por eso mismo estaba aquí. Concepción estaba muy preocupada por mi, luego de llevar cinco días encerrada entre cuatro paredes.
Una persona me confunde.- Solté, cerrando los ojos. No estaba preparada para su reacción, no quería que él me juzgara.
Oh...- Su silencio me desconcertó, logrando que abra mis ojos lentamente. Luciano solo miraba hacia el piso de madera, sin saber qué decir.- Bueno, no es algo fuera de lo normal, Karla. Aveces los sentimientos son difíciles de controlar, pero si puedo decirte. Que si tu quieres seguir con este camino, entonces aléjate de él, no es bueno para ti estar de esta manera.- Ella, ella padre.
Realmente siempre quiero alejarme, pero algo me atrae hacia su persona. Siempre estamos relacionadas, incluso cuando intento alejarme y evitarla.- Luciano levantó la mirada, en cuanto me referí a ella y no a él.
¿Es una mujer?- Una lágrima más brotó de mis ojos, sabía que eso sería incluso peor que solo estar confundida con una persona, ella era una mujer.
Si, Lauren. La nieta de Angie.- Hace exactamente cinco días me había dado cuenta de lo que me estaba pasando, luego de bajar corriendo de aquella camioneta. Dejándola desconcertada con mi reacción, su abrazo y sus caricias me hicieron entrar en razón. Ella estaba confundiéndome, aunque al principio no comprendía que me estaba pasando. Jamás había sentido algo por una persona y en mi adolescencia solo me preocupaba por la escuela. Jamás había mirado a una persona con ese tipo sentimientos, no sabía lo que era estar enamorado y tampoco me interesaba descubrirlo. Pero cuando ella me abrazó y acarició, entendí que las aceleradas pulsaciones de mi corazón y las descargas eléctricas entre nuestro contacto, era mucho más de lo que yo pensaba. No solo estaba sintiendo algo por una persona, estaba sintiendo algo por una mujer. No quiero decir que aquello sea raro o incluso que esté mal, pero cuando tome la decisión de elegir mi vocación. Lo hice sabiendo que jamás sentiría algo semejante, pero entonces llegó ella, para alterar todos mis pensamientos y romper mis estructuras.
Entonces debes tomar distancia, ella es una persona recurrente a la iglesia y más estos últimos días. Intenta evitarla, Karla. - Respondió Luciano, mirándome a los ojos.
Intentaré hacerlo, aunque me sea difícil intentaré hacerlo, padre.- Luego de algunos segundos más y terminar la confección, ambos salimos del confesionario. Camine hacia mi habitación con rapidez, luego de despedirme del padre. En cuanto pase por el enorme pasillo mi cuerpo choto con una espalda, provocando que me tambalease.
Niña, fíjate por dónde vas.- Me reto Dinah, la cual lleva unos auriculares en sus oídos, mientras barría los pasillos.
Perdón Dinah.- Acote retirando una pequeña lágrima, con mi dedo.
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Amor a Dios
FanficMi madre siempre pensó, que me enamoraría y formaría una familia. Junto a un hombre amoroso y dedicado, con unos hermosos y traviesos niños. Pero luego sus pensamientos se hicieron añicos, cuando me vio besando a mi mejor amiga, tenía trece años. P...