Al final no sabemos decir adiós

No necesitamos a alguien que nos repare

Digan holaaaaaaaaaa posibles habitantes

 Ashley

-Si no quieres estar aquí lárgate, no has estado aquí por mucho tiempo que más da otro día... pero no vengas a culparme... ¿Qué más quieren de mí?...no ven que ya no puedo más...me estoy rindiendo-le grito con las pocas fuerzas que me quedan-llevo tanto buscando una pizca de amor de su parte... sabes él tiene razón yo debí haber muerto así no les estorbaría más aquí-di un sollozo, ella seguía con la mirada helada de siempre.

-Tienes razón debiste haber muerto-grito exasperada.

Jack dejo de abrazarme y se paró frente a ella.

-No puedo creer que le hagan esto, está pasando por el peor momento no ve que esta tirada en la cama de un hospital... casi muere desangrada y ustedes dos no hicieron nada maldita sea, no me importa lo que ustedes crean que haya hecho o no me da igual, pero padres como ustedes no merecen ser llamados padres, sus palabras solo reflejan lo mucho que se odian así mismo y por eso quieren destruir a los demás, quien les ha dado el derecho de decirle que ella no merece vivir-su voz era firme-¿quién carajos les ha dado ese derecho?-ella plantó una cachetada en su rostro.

-Mira niñito, tú no sabes una mierda de la vida y para mí eres más insignificante que una cucaracha tú no conoces a Ashley tú no sabes todo el dolor que nos ha causado, ella es una maldita plaga que daña todo lo que toca, aléjate de ella o terminaras cubierto de esta mierda-me dio una mirada de desprecio y salió de la habitación dando un portazo.

Jack se acercó a mí abrazándome, sus brazos tan cálidos como de costumbre las lágrimas corrían por todo mi rostro.

-L-lo sien-siento-dije entre lágrimas.

-Eres jodidamente fuerte no tienes porqué disculparte, sé que todo parece oscuro ahora y que estás realmente cansada, mira lo fuerte que eres después de tantas cosas que has pasado sigues aquí-dijo acariciando mi cabello-el mundo no merece personas como tú eres tan, pero tan fuerte te dije que siempre estaré aquí para ti mientras yo viva no estarás sola nunca más, tú no necesitas a alguien que te construya porque sé que puedes poner las piezas que han desencajado en el orden correcto solo necesitas que te recuerden lo valiente que has sido para eso me tienes a mí, desde el momento que te conocí supe que mi lugar era aquí, en ningún lado sentía que encajaba y desde el momento que llegaste a mi vida supe que mi corazón te pertenecía.

Mi corazón dio un vuelco, me sentía entendida él era lo único que necesitaba para sentirme en casa, una persona que conocía hace muy poco se preocupaba más por mí que mi propia familia, si es que así se los puede llamar.

Había un silencio entre nosotros dos no era incómodo, no sabía que decir con Jack no se necesitaban palabras para expresar mis sentimientos, él seguía acariciando mi cabello mientras me envolvía en sus brazos no supe en qué momento me quede dormida.

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Abrí los ojos lentamente la luz pegaba en mi rostro, mis ojos se cruzaron con esas enormes orbes azules, ladee mi cabeza para verlo bien llevaba un hoodie negro de Tokyo Ghoul y unos vaqueros, su cabello negro caía hacia los lados y en su labio inferior posaba ese característico aro negro en sus manos tenía un ramo de girasoles

<<Se muereeeee.

¿Qué quiere?.

Que la pegue a la pared.

Reitero ¿alguien la quiere?, le pago a quien se la lleve>>

-Son para ti-dijo extendiéndolas hacia mí, enderece mi cabeza y recibí el ramo de flores sentándome en la punta de la camilla.