Otra vez no

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Digan holaaaaaaaaaa queridos habitantes

Ashley

—¿A mí?, nada —respondió con simpleza, como si no acabara de destrozarme—. Solo estoy dándole visibilidad a Ash.

—Haile, sabía que eras un idiota, pero ya pasaste ese punto, se supone que Ashley es tu mejor amiga, pero no creo que seas amiga de nadie, todos sabemos que no eres más que una descerebrada superficial. crees que por el simple hecho de ser bonita tienes el derecho de lastimar a las personas, ni siquiera entiendo por qué Jack está con alguien como tú, simplemente me das pena.

La sonrisa de Haile se esfumó de inmediato, sus ojos desprendían iría mientras yo no me inmutaba, no hablaba parecía una estatua, estaba estupefacta.

Se bajó de la mesa rápidamente, algunas personas la abucheaban otras parecían alabarla, ¿Por qué las personas se burlan del dolor de los demás?, ¿Por qué ella me había destrozado?

—¿Quién te crees que eres?, Tú no eres ma —la cortó en seco.

—Soy algo que tú no eres, su amiga.

Haile empezó a gritar como loca, haciendo un show como de costumbre.

Hanna tomo su mochila para después sujetarme del brazo dirigiéndonos a la entera para que saliéramos del lugar yo no podía procesar nada, ni siquiera sabía cómo estaba caminando, tenía unas latentes ganas de llorar.

Antes de que cruzáramos las puertas de la cafetería Hanna de giro y mirándola directamente a los ojos.

—Los locos son los que pelean solos, si necesitas un psicólogo escríbeme conozco unos muy buenos —soltó girándose nuevamente.

Finalmente, salimos del lugar sentí una lágrima rodar por mi mejilla, sentía como si el mundo se me estuvieran viniendo encima, como si estuviera derrotada, acabada, era como si mi alma ya se quisiera marchar, lo peor era que no sabía que me dolía más las mentiras de Jack o la traición de Haile, sentí como si todo dentro de mí se despedazara como si mi alma hubiera sido rasgada y lentamente está agonizaba.

Sentí unos brazos rodearme por más que Hanna tratará de reconfortarme diciéndome que todo está bien, no podía dejar de llorar, yo sabía perfectamente que no era así, sabía que nada estaría bien, me siento jodida y realmente hundida.

—¿Qué fue lo que pasó? —La voz de Luke sonaba agitada.

—Haile la humilló delante de todos.

—Te dije que era una víbora —Mustio Zedd.

No sabía qué hacía aquí, tampoco me importaba yo solo quería que mi cabeza se callara y que mi corazón nuevamente se arreglará.

Sentí como Hanna dejó de abrazarme y ahora unos nuevos brazos empezaron a rodearme.

—Cariño estás bien, tranquila va a pasar —susurró a mi oído—. Tú puedes.

—No puedo... Estoy realmente cansada —mi voz era casi impecable.

—Claro que puedes, nunca te has rendido no lo harás ahora... eres Ashley Cooper la chica más honesta, fuerte y leal que he conocido —exclamó con cautela.

—Luke estoy realmente cansada... ya no puedo más lo he intentado muchas veces, siempre que me caigo me levanto una y otra vez, pero es que ya no puedo... No sabes lo horrible que se sintió ver a Haile ahí... también están mis padres ellos no creen que yo merezca vivir y me duele, duele tanto que siento que yo ya no debería respirar.

—Tú mereces vivir igual que cualquier persona, no entiendo qué pasa con Haile... no sé ni porque me gustaba, pero ninguna persona en el mundo puede definir cuánto vales... Te has construido muchas veces esta vez no va a ser diferente porque siempre voy a estar para —pronunció mientras acariciaba mi cabello.

Al final no sabemos decir adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora