Digan holaaaaaaaaaa queridos habitantes
Ashley
¿Qué carajos se hace cuando tu corazón no aguanta un golpe más, pero aun así te quieres quedar?, ¿Qué haces cuando te sientes entre la espada y la pared?, Lo quiero, pero aun así no sé qué hacer. No sé si quedarme con él o simplemente ignorar todo lo que ha pasado, entrar a mi casa y finalmente dar el tema por olvidado. Hacer como si nada de esto hubiera pasado, olvidar, olvidarlo a él, las veces que sus manos rozaron mi piel. Las cosas que me enseño, pero que no tendrían sentido si él ya no está aquí. Quiero sumirme en sus brazos, pero es muy arriesgado aferrarme porque él tiene el poder de hacer aún más daño. Es magnífico como en este comento me siento consolada, pero también realmente cansada.
Sentía que realmente era vulnerable ante él, que hoy tenía mucho que perder y cualquier cosa por pequeña que parecía se convertiría en un mundo enorme. Cómo lo dijo en aquel día "Cuando ames tanto a alguien entenderás lo que es el amor, hasta entonces pensarás que esto es una fantasía. Pero cuando alguien te haga sentir, te transmita tanto como lo hace el arte entenderás que es el amor de verdad", aquellas palabras se repitieron en mi cabeza, haciéndome aceptar que lo quería, quizás más que a mi propia vida.
—¿Me darás esta noche? —Pregunta temeroso, con la voz quebrada.
No pude evitarlo, quería aferré aún más a su cuerpo, como si necesitara más de él en ese momento, mi cabeza reposaba en su pecho, pudiendo escuchar su corazón latiendo de una manera desenfrenada. Hasta que finalmente lo hice me aferre más a él queriendo tenerlo más cerca, como si pensara que esto es un sueño del que pronto me despertarían.
—Auch —soltó un quejido de dolor.
<<No creo que tenga fuerza como para lastimarlo.
No tienes fuerza ni para vivir.
Cállate.
Cállame, después de todo soy tu consciencia.
Eres insoportable.
Yo soy insoportable, pero yo soy tú >>
—¿Estás bien? —pregunté preocupada.
Su silencio dijo mucho y nada, ¿Qué la pasa?, ese era el único enigma que en mi cabeza estaba.
Me alejé lentamente de él, dejando un metro entre nosotros. En espera de una respuesta de su parte.
—Solo me caí de un árbol —encogió los hombros tratando de restarle importancia al tema.
—¿Ahora te crees ardilla? —Pregunte, tratando de hacerlo reír.
Ya lo había decidido, le iba a dar una noche, no lo iba a dejar solo de verdad lo quería, además.
¿Qué era lo peor que podía pasar?
—Si tú te crees psicópata, ¿yo porque no puedo ser una ardilla? —dio una sonrisa torcida.
No pude contener una risa, una sonrisa genuina se plantó en rostro. Era como si todo en mi vida nuevamente encajara, había olvidado la paz que se siente estar con Jack.
—Primero debo ir a cambiarme —informe.
Antes de que me adentrara en mi casa, me sujeto del brazo suavemente haciendo que me detuviera. Me gire y quedamos frente a frente de esos enormes ojos azules que ya no desprendían aquel brillo que los caracterizaba.
—Te ves preciosa —con uno de sus brazos me acerco a él, para finalmente rodearme con ambos—. No me dejes solo —susurro a mi oído.
Sentí su respiración sobre mi cabeza, que reposaba en su pecho nuevamente. Su corazón latía rápido, sentí su aroma envolviéndome era exquisito uno que solo podía venir de él.
ESTÁS LEYENDO
Al final no sabemos decir adiós
Teen Fiction¿Te imaginas que la persona que te salvó, sea la misma que te hundido? ¿Recaí? ¿Que significa recaer? Solo deje que el dolor se apoderará de mí ser, no infringí ni un músculo para detenerlo. Simplemente me deje caer. Tal vez ayudaste a lanzarme, a...