~Los Tully~

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Ya era muy tarde pero el sol en mi rostro no fue lo que me despertó si no los ajetreados y fuertes golpes que daban en la puerta de mis aposentos.
Me levanté adormecida y dije que pasasen.
Vesta entró como un relámpago por la puerta, empezó a gritarme por quedarme dormida y tras una gran parrafada dejándome claro el desastre de hija que era y lo difícil que era para ella ser mi madre, se fue tan rápido como había venido. Sus gritos se dirigían ahora al servicio y a su incompetencia. Me puse uno de mis vestidos y fui rumbo a la cocina para ayudar con el banquete tratando de compensar a mi madre, era mejor tenerla de mi lado. Encontrándome con el pasillo lleno de decoraciones mientras el servicio corría de un lado para otro a las órdenes de mi madre. Luego recibí a los Martell, quienes acababan de llegar de lanza del sol. Helio, Festivia, Solaria, Ignis, Vega y su padre Apollo, que se hospedaban en el castillo ya que la boda era al de poco tiempo.

No pasó más de una luna y una familia vino a visitarnos, los Tully. Bajé a la entrada del castillo a recibir a los invitados con Surtur, quien llevaba su libro de retratos de la nobleza.Los primeros en llegar fueron los Tully; Alana, Nereida y Neptune, Nereida era realmente hermosa su largo cabello pelirrojo trenzado que reposaba sobre sus hombros, me dejó embelesada. Y no pude evitar ofrecerme a enseñarles el castillo, y ellos aceptaron, para mi sorpresa. Y parecía que yo no era la única con un interés especial por los Tully, Surtur y Alana ya habían empezado a hablar animadamente. Les llevé hacia el jardín, mi parte favorita del castillo, Surtur y Alana se habían separado, pero Nereida y Neptune me seguían alegremente. Traté de comenzar una conversación, pero mis aptitudes sociales eran nulas, parecía que lo había conseguido pero... entonces Neptune empezó:
-Jajaja, claro princesita-dijo mientras reía
No me esperaba algo así, y me di cuenta de que tenía que parar eso. No quería un marido y Neptune parecía tratar de cortejarme. Respondí cortante varias veces e hice una broma en la que quizás me pasé, pero dio resultado y pareció hacerle gracia a Nereida también.
Sinceramente no había ido como esperaba, pero esperaba poder cambiar el rumbo del encuentro. Entramos al castillo mientras manteníamos una conversación amena.
Nos encontramos a Daemon quien estaba...muy cariñoso con Festivia vamos a decir (estaban más hornys que la vida)
No les saludamos, para no molestar pero no tardó en aparecer Altair, bajando las escaleras. Y en un abrir y cerrar de ojos se había hecho con toda la atención de Nereida y se la estaba llevando a mostrarle el resto del castillo. Era evidente que no había nada que hacer así que, un poco dolida fui a hablar con Solaria y Vega que no estaban muy lejos.

La playlist que hemos hecho del libro jajsjs

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Corazón de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora