Desde que era una niña había aspirado al trono, a pesar de que mis padres y hermanos me dejaran claro que no era algo que me correspondiera. Llevaba trazando planes, desde que mi mente alcanzaba a recordar, para hacerme con ese poder.
Desde enfrentar a mis hermanos para que hicieran ellos el trabajo sucio, hasta culparles de un crimen para sacarlos de la línea sucesoria.
Nunca puse ninguno en marcha, en el fondo no quería eso para mis hermanos, pero soportar que me usaran como moneda de cambio para una alianza y aguantar que me degradaran en una reunión por el hecho de ser mujer.
Era demasiado, Helio era tan víctima como yo, la culpa era del reino, en cambio Venison si que decidió faltarme al respeto. Decidí vengarme, comenzar un plan que desencadenaría una terrible guerra entre reinos, el caos perfecto para apoderarme del trono de hierro.Mi idea comenzó con Helio; Me puse una de mis mejores galas, la cual sacaba a relucir mis curvas, acentuando mi suave y brillante piel con su color y transparencias. Tenía un gran escote pero eso no sería un inconveniente en este caso. Solté mi tocado, mechones de mi cabello platino caían por mis hombros y espalda. Bajé en búsqueda de él, a pesar de que parecía ocupado sabía que no le importaría aplazar su trabajo. Me vió y pareció sorprenderse, más pareció agradarle la visita. Me acerqué a él y le susurre al oído mientras estaba sentado en la butaca de la sala de reuniones;
-¿Qué te parece si le damos un heredero a la casa Martel?- dije con una sonrisa falsa pero seductora
Helio se levantó sin dudar, sonriendo aceptó y me agarró de la mano llevándome hasta nuestra alcoba.
En nuestros aposentos la luz atravesaba la ventana, en ese día hacía un tiempo soleado pero sin un calor agobiante como en otras ocasiones. Al entrar Helio cerró rápidamente la puerta y se aproximó a mí recorriendo lentamente mi cuerpo con su brillante y lujuriosa mirada.
Yo mientras tanto, lo observaba aguardando a que el hiciera primer movimiento y que todo acabara lo más rápido posible.
Entonces rodeó mi cintura con sus fuertes brazos juntando nuestros torsos, y nos comenzamos a besar lentamente al principio, pero más apasionadamente con el tiempo. Helio respiraba agitado mientras soltaba mi vestido, a su vez yo le despojaba de su blusa, mi atuendo caía al suelo y el me atravesaba con sus ojos ámbar.
Me alzó y lanzó a la cama deshaciéndose de las últimas prendas que llevábamos, sus labios contra los míos mientras comenzaba a bajar besándome el cuello y el resto de mi figura.Helio cayó en mi trampa sin ningún obstáculo, por suerte o destino quedé encinta.
Así que pasé a la segunda parte del plan, era la parte más compleja pero una vez lo completara todo fluiría por sí solo.
Busqué unas prendas verdes en el armario, un pantalón, una blusa, una capa oscura y un par de adornos. Después, fui al aseo donde traté de ocultar mi pecho con unas vendas, até mi pelo y me puse la capa. No me reconocía en el espejo, así que comencé a escribir una carta firmando como Venison Baratheon, donde prometía tierras, refugió y una gran recompensa si acababan con la vida de Helio y Lilith Martell.
Salí por la puerta del personal, dirigiéndome a la zona más oscura de la ciudad, donde ladrones, sicarios y todo tipo de criminales negociaban. Allí no me hizo falta aguardar mucho para encontrar a un buen candidato, me acerqué a un hombre fornido de mediana edad,
Buenas-dije
¿Qué quieres?-preguntó violentado y tres hombres más se aproximaron
Quería hacerte un encargo-contesté tratando de no titubear
Un silencio amenazador se integró en la conversación
Los Baratheon quieren contratar vuestros servicios y tendréis una gran recompensa de hacerlo.-dije dándoles la carta y unas monedas como incentivo.
Se lo pensaron y tras un par de amagos de imponerse y negarse aceptaron el trato.
Lo había conseguido, cuando nos atacaran provocaría un aborto y cuando confesaran que fueron enviados por los Baratheon comenzaría una guerra creyendo que eran los culpables de la muerte del heredero.Volví con cuidado al castillo infiltrándome por la puerta del servicio, sin que ni un alma se diera cuenta de mi presencia. Bajé al comedor como si nada hubiese pasado, junto a la misma sonrisa falsa de siempre. Los Martell estaban entusiasmados con la noticia del futuro heredero, y preguntaban cuando cambiaría mi apellido a Martell. Trate de evadir la pregunta a pesar de que el reino me conocía como una de ellos ahora, siempre sería una dragona.
Xdxd Lilith se puso un poco Slycering
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Corazón de Dragón
FantasiEste es el primer tomo de la trilogía ambientada en un multiverso de Juego de tronos. Las protagonistas. Son Alana Tully, Dhalia Tyrrel y Lilith Targaryen. Esta es la historia de Lilith, la última hija de los Targaryen, hija de Aegon II Targaryen y...