Corazón de Dragón

~Coronación~

Mañana, tras mañana, el ansia de venganza y el dolor me despertaban, agudecidos por los recuerdos. El cuadro sin acabar del que pudo ser el amor de mi vida, me observaba desde la esquina de mi alcoba, expectante de cuando me atrevería a poner mi pincel en él de nuevo. Esos ojos aceituna, con su cabello oscuro en un recogido, la perfecta tez oscura, esa luz interior que irradiaba, era la imagen que me perseguía. Cuando pasé frente al Septo, lo ví, ahí colgado de manos y piernas en una X, moribundo, compasivo, con sus últimas palabras, malgastadas tratando de aliviar mi culpa.

Pasaron un par de días y junto a Ignis, Louis, Festivia y Daemon  fuimos hacia desembarco. Ellos en el dragón de Daemon y yo con mi querido Zephir, llegamos en un abrir y cerrar de ojos a lomos de esas majestuosas criaturas. Fue una gran ceremonia, las nueve casas reunidas de nuevo, esos eventos lo cambiaban todo, para mi por lo menos, la boda de Daemon y la mía eran los únicos ejemplos para mi, y se podía considerar que lo hicieron. Estaba bastante nerviosa, tratando de manejar mi mente, los planes inviables surcaban mi mente en un intento desesperado de poder, y cuando no lidiaba con ellos, el sentimiento de culpa volvía a mi. La coronación fue un evento bonito, nada fuera de lo común, hasta que mencionaron la Boda. Yo dí por hecho que se casaría con Nereida, pero por el contrario, mis padres anunciaron un concurso. En el Septó, las familias alborotadas discutían , muchas decididas a presentarse, otras dudosas.
Hubo un momento de silencio, me acerqué a mi familia, preguntando por la boda.
En el baúl, jóvenes iban dejando sus papeletas, ofreciéndose como candidatas, no solamente nobles, el concurso estaba abierto a todos los públicos.
Una idea cruzó mi mente, no había nada que perder.
-Quizás me presente.- dije
Los rostros de mi familia tornaron incrédulos;
-Es una fantástica idea- dijo mi madre emocionada
Era costumbre que los Targaryen se casaran entre ellos, pero por suerte había quedado en el pasado. De todos modos yo no planeaba estar con él mucho tiempo, mi moral decaída y la tentación del poder, me lo permitían.
En cambio mi padre miraba con desaprobación la idea.
Estaba decidida, cogí una papeleta y la puse en el baúl, era consciente de que era poco probable que me eligieran, no creía que fuera un sorteo en verdad.
Así familia tras familia, Mizra, Dahlia, Nereida y muchas otras jóvenes se fueron presentando.
Ya en el banquete, fue cuando anunciaron las candidatas.( leona)
Nereida Tully, Dhalia Tyrrell, Mizra Arryn, Sundel Arcadia y Orquídea Velaryon fueron las jóvenes elegidas.
Las dos últimas nunca las había visto, Sundel llevaba su largo cabello rojizo recogido en dos coletas, con un vestido pomposo y sombrilla, haciéndola girar apretandola con ambas manos. Se quedó mirándome, no aparté la mirada, confundida, era extraño, no la recordaba de nada. ¿Quizás nos habíamos conocido y no lo recordaba?
Por su parte Orquídea, con apariencia de un ser angelical, su cabello rosado en una trenza voluminosa, sus facciones suaves, aparentaba ser la delicadeza en persona.
El pueblo descontento mostraba su enfado, el sorteo evidentemente había sido apañado.
- Ahora las candidatas elijiran a una dama que les ayudará con las pruebas- anuncio mi padre
-¿Nereida Tully?- preguntaron
-Alana Tully-respondió sin dudar
-¿Sundel Arcandia?-
-Lilith Targaryen- respondió
Yo estaba realmente sorprendida, no tenía sentido que me hubiera elegido a mí. No nos conocíamos, y tampoco es que fuera una esposa icónica. No había lógica alguna.
Aun así me levanté y me dispuse a acompañarla en el concurso.
-¿Orquídea Velaryon?-
-Leona Massiel-
Continuaron una a una, Mizra eligió a Sémele y luego Dhalia a Gala Stark.
En el proceso de elección habría varias pruebas en las que finalmente se escogería a la candidata más cualificada para el puesto. Desde luego era algo aun peor que los matrimonios concertados, esto parecía una subasta. Como si esas chicas tubieran que demostrar algo para casarse con mi hermano, definitivamente el amor no era algo de valía en este mundo.

Orquídea

Sundel