~Nesha~

6 2 0
                                    

La melancolía poseía mi alma, pero yo me aferraba a la esperanza de un final feliz, un final en el que él estuviera. Desesperada solo vi una salida, mi magia, un hechizo para traerlo de vuelta. Un gran sacrificio, un intercambio, sufrimiento de inocentes por la vida de los poderosos.
Estaba decidido, pagaría el precio necesario, quebrantaría la poca moral que me quedaba. Comencé a investigar, lo primero que pasó por mi mente fue buscar un libro de artes oscuras en la biblioteca. Así que sin pensarlo mucho, fui a la búsqueda de una chica del servicio, para luego así pedirle que me ayudara a encontrar un libro.
Llegamos a la biblioteca, tras buscar incansable y no encontrar nada le dije;
-¿Me puedes ayudar a buscar un libro?-
La chica se sonrojo por completo.
Confundida pregunté
-¿Qué es lo que pasa?-
-N-no sé leer-contestó cohibida
Me dí cuenta de mi error y quise enmendarlo, además me ayudaría a mi también, distraerme con alguien. Me vendría bien.
-No hay problema, yo te enseñaré-añadí
-Gracias-concluyó
Me alegré, por primera vez, desde el incidente.
Ella no me miraba con lástima como el resto y yo le enseñaba encantada. Su compañía era agradable, nada en comparación con pasar el día sola compadeciendome por mi desgracia en mi alcoba, con un sonido sepulcral como única compañía.
Una amiga, que me apoyaba y con quien pasar el rato, yo le enseñaba y así conseguía distraerme de todo lo que estaba pasando.
Me hacía sentir bien, la espera del hijo de un muerto, la pérdida de mi mejor amigo, un asesinato, una venganza y un sacrificio, demasiado sobre mis hombros. Era fuerte pero no tanto, ella me hacía débil y eso me gustaba.
Era una buena amiga, se preocupaba por mi y yo por ella, hacía tiempo que no tenía algo así. Con Helio tuve algo parecido pero no me preocupé por él hasta el final, cuando realmente me di cuenta de lo importante que era él para mí.
Pero eso no ayudó, recordar a Helio, como había muerto por mi culpa, me hacía tener miedo de lastimarla, a ella, a mizra, a las personas a las que quería y me importaban.

Nesha me estaba salvando, tener su apoyo y compañía me daba el valor para continuar, para seguir adelante, aunque prolongaba la tortura de mi vida por Zagreo, por nuestro hijo por cuidarlo.

Sin embargo yo no olvidaba, el odio seguía en pie y yo tendría que ejecutar el plan, las cosas no podían acabar así, nunca me lo perdonaría. Así que continué preparándome; Zephir sería mi compañero perfecto para este plan, mi pequeño dragón, aunque ya no lo era tanto.
No hay arma más poderosa que un dragón, así que recuperar el cuerpo de Helio y la vida de unos cuantos inocentes serían suficiente. Fuego y Sangre, todo lo que necesito, por mi dios rojo y como una buena Targaryen.
Me faltaba tiempo, aunque no estaba preparada, esperando mi momento, aguardaba mi venganza.

Mientras preparaba mi venganza, a Nesha le preguntaba por Volantis, su tierra natal y ella me interrogaba sobre mi vida en la capital, pero yo no sabía que contarle. Ninguna parecía tener nada que relatar, mi vida había sido de lo más aburrida, lo único resaltable que me había pasado era... bueno algo que ella seguro sabía.
Las clases de lectura y escritura nos hicieron más cercanas. Y comencé a sentir cosas, en principio estaba en negación pero no podía evitarlo, me hacía sentir tan bien que no podía evitar mis impulsos. Notaba que ella sentía algo parecido, y seguí, sabiendo que mi corazón pertenecía a la princesa Arryn.
Era cruel y egoísta, pero no pensé en eso, seguí mis impulsos, agarrarla de la mano, dejar que me agarrara de la barbilla y dirigiera mi rostro hacia el suyo. Me dejé llevar, pero ella me gustaba, me gustaba mucho aunque también quería a Mizra.
Sabía que ella merecía a alguien mucho mejor, pero me quedaría a su lado, hasta que se diera cuenta.

Sabía que ella merecía a alguien mucho mejor, pero me quedaría a su lado, hasta que se diera cuenta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nesha y Lilith

Corazón de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora