Capítulo 6: Promesa de amor.

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Aún con la bronca a flor de piel, Fini tomó el libro y saló de la habitación como un vendaval. "¿Irse?" pensó,

- Jamás en la vida... Nací para ser líder. No una cobarde. – la tarde se iba tornado cada vez más naranja sobre el horizonte. Y caminando con paso decidido, volvió a entrar en la carpa blanca. Ambos seguían charlando esta vez Charlie estaba parado al lado de un biombo con los brazos cruzados sobre el pecho y las piernas ligeramente separadas, alejado de Miranda. Ella seguía sentada en la camilla. Fini dio un paso hacía el interior del cubículo y carraspeó exageradamente. – EJEEEEM. Miranda vengo a decirte que me llevo el li... –

Pero no llegó a terminar la frase por que Charlie la tomo del brazo, la giro hacia él y la besó apasionadamente. Seraphina sintió que el mago la apretaba fuertemente contra su cuerpo. Como si él quisiera que cada célula de su ser, se fundieran con las de ella. La tenia agarrada con un brazo de la cintura y con el otro le rodeaba los hombros. ¿Qué poder decir sobre los besos de Charlie? Jamás la habían besado de esa forma. De hecho Fini solo había besado a dos chicos en la escuela. Ella tenía la imagen de una joven dominante y que se llevaba el mundo por delante, pero hasta que sus padres fallecieron, no fue más que una chica caprichosa. Sus labios estaban siendo devorados con la más hermosa pasión. Y no quería que ese momento se terminara en toda su vida.

Cuando Charlie aflojó sus brazos, sin dejar de abrasarla, aún tenía su frente pegada a la de ella. Y en un susurro le dijo,

- Te extrañe todo el día. –

- Chicos, chicos... soy una mujer moderna. Pero ustedes saben que tienen la habitación para hacer sus cositas ja ja ja ja ja. – dijo Miranda. Entonces Charlie con una sonrisa y sin dejar de mirar Fini dijo,

- Tiene razón ¿Qué tal si regresamos y... "cenamos"? – Y le guiño un ojo. Seraphina apretó los labios que aún le palpitaban, para no reírse de los nervios.

- Creo que es una buena idea. Pero porque tu no vas primero y te cambias. Tu ropa de trabajo está muy... – el pecho de Fini subió y bajo en un suspiro - ... sudada. - "Que por cierto es muy sexy." Pensó mordiéndose el labio inferior. – Yo le tengo que pedir algo a Miranda y luego voy y cenamos. – Charlie asintió lentamente.

- No vayas a tardar. –

- No – dicho esto Charlie se dio vuelta y salio de la carpa. Mientras que Fini se giró para enfrentar a la sanadora. La mujer estaba de pie junto a la camilla cuando vio que Fini se acercaba a ella y le dijo,

- ¿Por qué te ves tan enojada? Después de ese beso yo estaría más que feliz. -

- No se si me has comprendido la primera vez. Tengo la certeza que mi francés bastante bueno. ¿Qué parte de no lo toques no entendiste? Dejemos esto claro otra vez. Si lo tocas te corto los dedos. ¿Me has escuchado? – Miranda la miró seriamente durante unos segundos.

- Perfectamente. No es necesario llegar a eso. –

- Genial... Porque si no, no me bastará con cortarte los dedos. – y sacando su varita del costado del pantalón y la blusa, la apuntó directo en su yugular.

- ¡Oh mon Dieu! ¡Eres bruja! –

- ¡Sorpresa!... De todos modos no te apartes del tema principal. Como te iba diciendo perra. Si la próxima vez no te acuerdas de mi advertencia, te meteré la varita por la nariz y te la sacare por la oreja. –

- Tu varita no es lo suficientemente elástica para realizar esa curvatura. – Intentó bromear la mujer.

- Ja... Entonces con más razón. Prepárate para el dolor. – y con una sonrisa que nada tenia de alegre, más bien daba miedo, Fini se retiró hacia la habitación.

Me Enciendes. [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora