Capítulo 8: Obliviate.

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La noche era cálida y estaba despejada para el vuelo. Las escobas de Marcus, Charlie y dos cuidadores más sobrevolaban los sembrados solitarios de la ruta predestinada para los magos que solían viajar por medio de ese transporte y que los llevaba hacia Reino Unido.

- Oye Marcus ¿qué piensas de Miranda? – Charlie preguntó despreocupado ya que los otros dos iban también hablando pero mucho más alejados de ellos. El joven larguirucho de cabellos y ojos marrones y de la misma edad lo miró con una ceja elevada.

- Si piensas dejar a Fini avísame que yo la recibiré con los brazos abiertos. -

- Primero no voy a dejar a Fini. Segundo no se te ocurra acercarte a ella porque no llagarás a tu próximo cumpleaños. Y tercero lo mismo que segundo multiplicado por dos. ¿Entendiste? –

- Ja ja ja ja... Perfectamente. ¿Porque repreguntas sobre la arpía? –

- ¿Arpía? ¿Te hizo algo malo? –

- Cierto... no tenemos el mismo plan de trabajo cuando estamos con ella. Desde que llegue no hace otra cosa que denigrarme y decirme que soy el más inútil dragonolista de la galaxia. - Charlie lo miraba completamente incrédulo.

- ¿Me estás hablando en serio? –

- Completamente. –

- ¡Pero si eres uno de los mejores! -

- Pero no soy ni guapo ni musculoso. -

- ¡Por Merlín! ¿Pero qué tonterías son esas? –

- Las mismas tonterías que les gustan a las damas. –

- Marcus no puedo creer lo que dices. Eso es absolutamente ridículo. -

- Hasta ahora es lo que la vida me ha demostrado. -

- Bien cuando hable con Fini le preguntaré si tiene alguna amiga para presentarte. – El cuidador lo miró de reojo.

- ¿Harías eso por mí? –

- ¿Somos amigos o no? – Y ambos chocaron sus puños. – Volviendo a Miranda. ¿Piensas que podría ser una mujer que hace cosas malas? -

- Pues no lo sé ¿te has enterado de algo que yo no? – y Charlie le contó lo que le había dicho Fini sobre el ataque del dragón. – No ser cierto. Me dejas sin habla. ¿Y ella volvió a hablar con Fini luego de eso? –

- No. Y no creo que lo haga. Pues a Fini no le cae bien. – Pensando en su brujita Charlie sonrió mirando el horizonte.

- Tienes suerte amigo. Seraphina es una mujer sabia y hermosa. Dime ¿piensas casarte con ella? -

- Se lo iba a pedir esta noche. Le iba dar el anillo y además íbamos a celebrar su cumpleaños. – dijo Charlie tristemente.

- ¿Weasley? ¿Qué rayos haces yendo a buscar este maldito dragón? Tienes que estar con tu mujer. – Charlie reía de costado y le contestó,

- Ella entendió perfectamente por qué estoy en este momento subido a una escoba charlando con el cabeza hueca de mi amigo. –

- Si, gracias por lo que me toca. - y ambos jóvenes siguieron su camino riendo y charlando sobre sus cosas.

Una vez que llegaron a Hogwarts se dirigieron directamente a la torre más alta. Charlie le había respondido una contestación a Hagrid. Que por suerte había llegado a tiempo. El mago estaba preocupado porque había sucedido todo muy a prisa. Pero la lechuza había sido rápida y allí estaba el dragón enjaulado.

Me Enciendes. [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora