Capítulo 17: Reunión con los dragones.

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Una vez que la señora Weasley se fue, después de una larga despedida. Llenado de besos a su querido hijo y agradeciendo infinitamente a su nuera, Charlie tomó de la cintura a Fini y la apretó contra él.

- Al fin solos. – dijo, mirando la boca de su mujer y abriendo la suya como si tuviera la intención de comérsela viva. Se quedó a medio camino cuando escucharon TOC TOC TOC. Él cerró los ojos y la boca apretadamente, y suspiró con exasperación. – No, definitivamente no quieren que tengamos intimidad. –

- Que esperen unos minutos. – dijo Fini y abrazándolo de la cintura, lo beso con todas las ansias guardadas desde hace días. Cuando Fini por fin se separó para respirar, Charlie estaba con los ojos cerrados como en trance. Al abrirlos lentamente, con excitación en su mirada y en otra parte del cuerpo dijo,

- Que se esperen toda la noche. Vamos a la cama. – Fini sonrió

- No podemos hacer eso amor. –

- ¡Oh si podemos! – ella lo siguió mirando con mucho amor y una sonrisa en sus labios, pero TOC TOC TOC.

- Vamos... tú ve a la cama. Necesitas descansar. –

- No necesito descansar. Necesito estar con mi mujer. Eso estaría haciendo si no hubieran llamado a la puerta. – dijo refunfuñando en voz alta como para que el que esté afuera logre escuchar y regresó a la cama. Fini abrió la puerta, y Marcus y Giselle entraron.

- Pensamos que no había nadie. - Comentó la bruja. Una vez que vieron a Charlie sentado en la cama completamente reestablecido. Marcus abrió los brazos y con toda la alegría dijo,

- ¡HEY AMIGOOOO!!! – tanto Giselle como su novio fueron a agrazar Charlie.

- ¿Cómo te sientes? –

- Un poco inflamado, pero bien. –

- ¿Inflamado? – preguntó Giselle sin entender a qué se refería. Fini con advertencia como diciendo que ya no diga más nada. Él solo sonreía.

- Mejor no preguntes. – le dijo Marcus a su novia al oído. Que se había dado cuenta la carpa que formaba la manta. – Creo que interrumpimos algo. -

- No nada de eso. – dijo Fini despreocupada.

- Si claro que sí lo hicieron. – dijo Charlie sin humor.

- ¡Ay Charlie querido! Te advierto desde ya, que no pueden tener relaciones por lo menos durante cuatro meses. – le diagnosticó Giselle con expresión seria.

- ¿QUEEEEEE? – pregunto Charlie con desesperación.

- Y si ¿Qué pretendías? Acabas de salir de una enfermedad muy crítica. No puedes estar haciendo esfuerzos. Mira si recaes de nuevo. Y lo digo como enfermera experta que soy. –

- ¿Estás segura cariño? – pregunto Marcus con evidente preocupación. Si le hubiera sucedido a él no podría soportar tanto tiempo sin su novia. - Mira que Charlie es un hombre muy fuerte. Sino que te diga Fini cuán rápido se ha curado de las quemaduras. -

- Si lo sé. Pero es mejor que estén sin contacto físico por cuatro meses... No, mejor por cinco o seis. Para estar más seguros. - Charlie ya no escuchaba. Estaba recostado hundido sobre las almohadas con la mirada perdida en la ventana del techo.

- ¿Amor... – comenzó a decir Fini.

- No... no estoy bien. – se adelantó el mago. – No voy a poder tocarte hasta dentro de seis meses. Lo mejor va a ser que me mude. No... lo mejor va a ser que me maten ya mismo. – Giselle no pudo aguantar más la risa y con un estallido emitió la carcajada contenida.

Me Enciendes. [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora