David.
Hoy teníamos reunión con Magí y me daba palo ir porque esta mañana Paula decía que no se encontraba nada bien y yo no podía saltarme esa reunión... En una semana o así nos iríamos a Latinoamérica otra vez.
Llegué a Must! donde habíamos quedado con Magí y, para mi sorpresa, llegué el primero, algo raro y extraño. Llegué incluso antes de Magí.
Primero llegó Dani con Blas, luego Carlos y Magí. Por último llegó Álvaro.
-Bueno chicos, ¿comenzamos?- empezó a hablar Magí y yo empecé a pensar en Paula y lo mal que se encontraba hoy... -¿David me estás escuchando?- Magí hizo que dejara de pensar en Paula.
-¿Eh? Si, si.
-A ver, ¿qué he dicho?
-Pues...- Mierda, no tenía ni puta idea de que había dicho Magí.
-Lo que estaba diciendo es que iremos a la Ciudad de México, Guadalajara, Cartagena de Indias y Buenos Aires, en ese orden. También he dicho que estaremos tres días en cada ciudad, casi dos semanas- aclaró Magí.
-¿Cuándo nos vamos?- preguntó Álvaro.
-El domingo. ¿Teníais algún plan para ese día?
-Ninguno- respondimos los cinco.
Terminó la reunión y yo fui súper rápido para casa, pero antes Dani me paró.
-¿Te pasa algo David?- preguntó el rubio.
-Nada. ¿Por qué lo dices?- intenté disimular.
-Tú a mí no me engañas. ¿Qué ha pasado?
-Pues que esta mañana Paula se ha levantado algo pocha y me da cosa dejarla aquí sola...
-¿Crees que se va a quedar sola?- dijo Dani riendo.
-Si- le miré serio.
-David piensa. Sola no se va a quedar porque está ____, está Helena, está Maria, está Judit, esta Amy...
-Ay, vale, vale. Ya me ha quedado claro. A todo esto ¿quieres que te lleve a casa?- saqué las llaves del coche.
-¿Por qué no? Para venir aquí me he acoplado con Blas- Dani y yo subimos al coche.
Paula.
Tengo tan buena suerte que, a menos de una semana de que David se vaya a Latinoamérica, me haya puesto mala malísima.
Estaba retorciéndome de dolor cuando sonó el timbre. ¿Quién será? Poco a poco fui llegando a la puerta y la abrí: era mi madre.
-Hola mamá- le iba a dar un abrazo a mi madre, pero tuve que salir corriendo al baño para vomitar.
-¿Estás bien hija mía?- preguntó mi madre desde el marco de la puerta del baño.
-Perfectamente- dije como pude.
-Anda, vamos a tu cama- mi madre me ayudó a llegar hasta mi habitación- ¿Y David?- preguntó mi madre extrañada. Normalmente cuando estoy mala no se despega de mí ni un segundo.
-Tenía reu...- al baño otra vez.
-¿Desde cuando llevas así?
-Desde esta mañana y ayer por la noche ya estaba algo molesta, ¿por qué lo dices mamá?
-Por saber cuanto tiempo está malita mi hija- mi madre empezó a pellizcarme los mofletes.
-Ay mamá, para. Que pareces la abuela- me quejé.
-Ya lo sé- mi madre empezó a reír- Paula- mi madre me miraba seria y me daba miedo- ¿Usáis protección?
-¡Mamá por favor! ¡Qué ya no tengo quince años! ¡Ni dieciséis!
-No Paula, en serio.
-Claro que usamos.
-¿Segura 100%?
-Si...- ese si no sonó muy convincente.
-Paula- mi madre me miró a los ojos seriamente- ¿Cuánto llevas de retraso?- ¿Por qué siempre las madres lo saben todo?
-Tres semanas y media...
-¿Y cuándo pensabas ir al médico o a la farmacia? Y lo más importante: ¿cuándo pensabas decírselo a David?
-¿Cuándo piensas decirme el qué?- apareció David por la puerta. Mierda, mierda, mierda.
Álvaro.
-¡Ya estoy en casa!- dije dejando las llaves en la entrada.
-¡Papiiii!- apareció Annita corriendo hacia mí y yo la cogí en brazos.
-¿Qué tal está hoy mi niña?- le di un beso en la mejilla.
-Mu ben- Annita me devolvió el beso.
-¿Y mamá?- pregunté.
-En la cuchina- empecé a reír.
-¿En dónde?
-En la cuchina. ¡Ay papi qué no sabes donde está la cuchina!- dijo Annita haciendo unos gestos muy teatrales como hace su madre cuando se enfada.
Dejé a Annita en el suelo y me dirigí a la "cuchina". Me asomé y no había nadie. Busqué en el salón y tampoco había nadie. Cuando iba a subir por las escaleras escuché a Annita reír.
-Shh que sino nos va a encontrar papá- escuché a ____ hablar desde detrás del sillón.
-Ay, el hemanito me ha dado una patata- se quejó Annita y ____ rió.
-¡Te encontré!- cogí a Annita por detrás le empecé a hacer cosquillas- Con que mamá estaba en la "cuchina", eh- dejé Annita en el suelo.
-¿Cuándo te vas y cuándo vuelves?- me preguntó _____.
-El domingo para llegar ahí el lunes y estar unas dos semanas.
-Papi eso es muco tempo- Annita empezó a sollozar.
-Tranquila mi vida, cuando menos te lo esperes estaré en casa. Además, tienes que cuidar de mamá y del hermanito mientras yo no esté- Annita dejó de sollozar y me abrazó.
-Vae papi- me dio Annita un beso y se fue a jugar con sus muñecas.
-¿No me vas a saludar como Dios manda?- me acerqué a ____ y nos besamos tiernamente.
-Te voy a echar de menos- dijo ____ mirando al suelo.
-Como le he dicho a Annita, voy a estar aquí en un abrir y cerrar de ojos- le besé en la mejilla- Y tú enano, como salgas antes de tiempo te voy a castigar sin salir hasta los dieciocho, ¿entendido?- ____ empezó a reír.
-Álvaro hasta marzo no hay peligro y estamos a principios de febrero.
-Ya pero es que parece que va a salir ya...- iba acercándome cada vez más a ____ cuando- ¡Me cago en tu padre! Pedazo de patada que me ha metido el puñetero en mis partes nobles- _____ lloraba de la risa.
-Yo creo que va a salir futbolista, eh.
-Y la otra cantante, ¿no?
-Yo creo que será periodista. ¿No has visto los interrogatorios que nos hace?- empezamos los dos a reír.
-Bueno me voy a pasear a Wolfi, que veo que aquí no me quieren- fui a por el perro y a por su correa.
-¡Coge bolsas!- exclamó ____ desde el salón riendo.
-Vaaaaale- cogí a Wolfi y nos fuimos los dos a dar una vuelta.
ESTÁS LEYENDO
Sentada en el banco (Álvaro Gango)
FanfictionAlgo los separó, pero lo que los separó los volvió a unir para siempre... ¿O no? •~•~•~• " -¿Habéis oído alguna vez la frase de que del odio al amor hay sólo un paso? Yo doy fe de ello pero también doy fe de que del amor al odio hay otro".