Roma Bella!

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Álvaro

Llegamos a la habitación y ____ se acostó en la cama. Me acerqué a su oído y le dije:

-Como te dije en el avión: esta noche te vas a enterar- y la besé apasionadamente.

-¿Si?¿Y que me vas ha...hacer?- preguntó entre gemidos.

-De todo- le dije.

-Te... quiero.

Después de hacer el amor caímos los dos rendidos en la cama abrazados.

____

Me desperté. Eran las 10 de la mañana y quería ir a ver el Anfiteatro romano, así que desperté a Alvaro. Cogí mi móvil y puse Puppeteer al máximo en mi móvil. Empecé a cantarle a Álvaro en el oído y veía como se le ponía la piel de gallina.

-Veo que anoche no te enteraste bien- dijo Álvaro medio dormido.

-Soy una chica mala- dije con una sonrisa pervertida.

-Ni lo jures- dijo Álvaro divertido. Se levantó de cama e iba sin camiseta. ¿En qué momento se habrá puesto los calzoncillos? Pensé. Me mordí el labio inconscientemente. Álvaro se dio cuenta y rió.

-Eh, no te rías- le dije como una niña pequeña.

-Vale, vale, no me río, pero si te beso- me cogió por la cintura y me besó- Te amo- le respondí con otro beso.

Desayunamos y fuimos a ver el Anfiteatro. Tuvimos suerte no había mucha cola y el guía y el resto de turistas eran españoles. Estábamos viendo el Anfiteatro cuando vi a una pareja a nuestro lado.

-Saludala tú, que para eso sois amigas- dijo el chico.

-Ay no, que vergüenza. Saluda tú a Álvaro, que también os conocéis- dijo la chica.

-¿Leire?- pregunté.

-¡_____!

-Vaya, veo que no nos separamos de vosotros ni yendo de turistas- dijo Álvaro y empezamos a reír.

Terminamos de ver el Anfiteatro y decidimos ir a una pizzería con Justin y Leire.

Álvaro

Nos despedimos de Justin y de Leire y nos fuimos de paseo por Roma. Llegamos al famoso puente dónde las parejas suelen dejar un candado puesto simbolizando el "para siempre" de la pareja.

-¿Lo ponemos?- dijo ____ sacando un candado de su bolso. ¿De dónde lo habrá sacado?

-Claro- y la besé. Colocamos el candado y ____ dijo:

-Ten cuidado machote, que es para siempre- sonrió.

-Pues que sea para siempre, me da igual, con tal de que sea contigo.

-Tonto.

-Te quiero.

-Yo más.

-Menti...- me interrumpió ____ con un beso.

Seguimos dando un paseo por Roma hasta que nos entró hambre y fuimos a comer. Por suerte, el camarero sabía algo de español y nos entendíamos bien para pedirlo todo. Empezamos a comer y nos dimos cuenta de que Leire y Justin estaban entrando al restaurante.

-¿Nos perseguís o qué?- dijo _____ riendo. Su sonrisa era perfecta.

De golpe y porrazo me acordé de que tenía que decirle algo importante, pero llegaron Leire y Justin y no tuve ocasión de decírselo... Mañana se lo diré sí o sí.

Sentada en el banco (Álvaro Gango)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora