Nueva York, Nueva York

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Álvaro.

Me desperté y a mi lado no estaba _____. Miré la mesita de noche y al lado de mi móvil había una nota:

"Ganguete te espero en la terraza de arriba del todo. Estoy desayunando, pero me falta besayuno :(

Te esperoallí,
La señorita Gango."

Sonreí al ver la nota, me vestí y puse rumbo a la terraza del hotel. Cuando llegué vi una _____ leyendo un periodico ¿¡en inglés!? Y tomándose un ColaCao mientras ponía cara de interesante. Me vio aparecer y empezó a reír sola.

-Mira que eres tonta- dije cuando llegué a la mesa donde estaba.

-No es por nada, pero los maridos normales dicen "Buenos días mi amor, ¿qué tal has dormido hoy?" y le dan un beso a su esposa- me contestó ____ dejando el periódico.

-Pues yo no soy normal y te traigo el besayuno- ____ y yo nos besamos. Tuvimos que separnos por falta de aire.

-Mm... Eso también me gusta- nos volvimos a besar.

-¿Nos vamos a la Gran Manzana, Blancanieves?- le pregunté a ___.

-Vale mi príncipe, te prometo no morderla- me contestó ella riendo.

_____

Llegamos a Manhattan y yo empecé a correr por el parque.

-¡____ espera!- me gritaba Álvaro mientras me perseguía.

-¡Eres un lento!- me burlé de Álvaro.

-¿Ah si?- Álvaro me cogió en peso.

-¡Álvaro sueltame!- me intentaba soltar de su agarre.

-Primero dame un beso- Álvaro puso la mejilla, pero yo le giré la cara y le di un beso "en tos' los morros"- Mm... Esto me gusta a mí- Álvaro me bajó y se le puso una sonrisa de tonto en la cara.

-¿Vamos a por un helado?- pregunté inocentemente.

-Vale, ¿de chocolate?

-Por supuesto- Álvaro fue a por los helados.

-Te quiero heladito.

-¿Ese es mi nuevo mote?- preguntó Álvaro.

-Se lo digo al helado- le saqué la lengua a Álvaro.

-Pues si supieras lo que le digo yo a la lasaña de mi madre... -Álvaro intentaba ponerme celosa, pero no lo consiguió.

-Bueno pues heladito y yo NOS vamos al hotel- vale, si lo había conseguido... El caso es que puso rumbo al hotel pero... -Mierda, no sé por donde se va.

-Ah, no no. ¿No os ÍBAIS tú y heladito? Pues IROS tú y heladito.

-Anda Álvaro, no te enfades. Te prometo que cuando lleguemos vamos al SPA- dije con cara de angelito.

-Bueeeno, vaaale. Pero yo elijo tu bikini- dijo Álvaro pervertido.

Pusimos rumbo al hotel y, como dijo Álvaro, eligió mi bikini. El cabrón sabía que sin querer me había traído uno que me quedaba pequeño y eligió ese. Lo mato.

-Te odio.

-Un trato es un trato. Haberte aprendido la calle del hotel.

-Anda callate ya y vamos al SPA- fuimos hacia el SPA y ahí nos quedamos toda la tarde.

Sentada en el banco (Álvaro Gango)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora