Sentada en el banco (Álvaro Gango)

¿Bueno o malo?

______

Me levanté y vi que Álvaro no estaba a mi lado. Observé la habitación y vi una venta abierta, mas que una ventana era una puerta. La puerta daba a una terraza que nunca había visto. En una de las sillas de la terraza estaba Álvaro desayunando.

-Buenos días principesa- me dijo Álvaro con acento italiano mientras que yo me sentaba en sus piernas.

-Buenos días elefantito- le di un beso de buenos días.

-¿Por qué no te sientas en la otra silla y desayunamos juntos?- le miré raro. Sabía que algo pasaba.

-¿Qué pasa?- pregunté sentándome en la otra silla.

Álvaro

Mierda. Me había pillado. Lo mejor era decírselo sin rodeos y así hice:

-_____, el otro día me llamó Magí y me dijo que, cuando tu y yo volviéramos, iríamos los chicos y yo una semana a México para hacer la promo del disco- ____ se levantó y se volvió a sentar encima mía.

-Pero eso es... ¡Fantástico!- dicho eso me besó. No me preguntéis el porqué, pero me esperaba una reacción peor por parte de _____- Pero hay un problema... - oh, oh...- ¿Si yo pienso toooooodo el día en ti y sólo pienso en estar contigo, qué voy a hacer cuándo tu estés en México?

-Pensar en nuestra boda.

-¿Eh?- hice que se sentara ella en la silla, yo me arrodillé y saqué una cajita.

-______ Martinez Garcia, ¿Quieres casarte conmigo?- dije abriendo la cajita y ofreciéndole el anillo.

-¡Sí, sí y sí!- dijo emocionada. Se tranquilizó y dijo- ¿Por qué en París me pediste que me fuera a vivir contigo y en Roma me has pedido matrimonio?

-Porque tienes razón y soy especial. Tu especial- nos besamos.

-Yo siempre tengo razón.

-¿Qué?

-Nada, nada.

-Te vas a enterar- dije cogiéndola en peso. La llevé a nuestra habitación, la dejé en la cama  y le empecé a hacerle cosquillas.

-¡Álvaro para por favor!- dijo ____- Aunque prefiero el castigo de la otra noche- dijo ella pervertida.

-¿Segura?

-Más segura de que me voy a casar con Álvaro Garcia-Gango Guijarro.

-¿Cómo?- empecé a darle besos en el cuello.

-Na... da... Sigue... por favor....- dijo ella entre gemidos

Creo que os podéis imaginar como acabó todo. Si, sé que suena algo vulgar, pero echamos un "polvo mañanero".