Dos días y a la rutina

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Los días en Roma pasaron rápido. Leire y Justin se fueron ayer y fuimos a despedirlos al aeropuerto. Estábamos Álvaro y yo tranquilamente en la terraza y sonó mi móvil.

-¡Es Blas!- dije súper emocionada.

-¿_____?¿Álvaro?- habló Blas.

-¡Hola chicos!- dijimos Álvaro y yo a la vez.

-¿Cómo sabéis que estamos todos juntos?- dijo David.

-Porque sois todos muy cabrones y seguro que habéis echado a suertes quien llamaba y a quién. Como podemos observar le ha tocado a Blas llamar y a _____ recibir la llamada- dijo Álvaro como si fuera Sherlock Holmes.

-Me ama... Digo nos amáis a los dos- dije yo y empezamos a reírnos.

-Bueno chicos, ¿qué tal por Roma?- preguntó Helena.

-Pues muy bien. Hemos visto a Leire- dije muy feliz.

-¿Me habéis encargado el sobrini... Espera. ¿¡A Leire!?¿¡Nuestra Leire!?- dijo Helena.

-Siii. Ha venido con su novio de viaje, al igual que Álvaro y yo.

-¿Me habéis comprado chocolate italiano?- Adivinar quién preguntó eso.

-No, íbamos a ir esta tarde- dijo Álvaro.

-Bueno chicos hablamos luego, que sino la factura del móvil va a ser bonica- dijo Blas.

-¡Espera!- dijo Dani- ¿Álvaro, has hecho eso?

-Si- dijo Álvaro y me besó. ¿Qué será eso ?

-Bueno Blas hablamos ya todos pasado mañana que no queremos que te llegue un facturón del móvil. Besitos. Os quieroooo- dije.

Fuimos a comprarle el chocolate al tonto de Carlos.

-¿Le compramos chocolate negro para que la vaquita nos dé chocolate con leche?- dije riendo a más no poder.

-Que mala eres- dijo Álvaro y luego gruñó- Me gusta- me acercó más a él cogiéndome de la cintura y me besó.

Álvaro

Le compramos el dichoso chocolate a Carlos y nos fuimos al hotel a recoger algunas cosas ya que nos íbamos pasado mañana muy temprano.

Terminamos de recoger y no sabíamos que hacer así que decidimos ir al spa, pero al ver a _____ cambiándose no pude evitar cogerla y susurrarle:

-Quiero hacerte mía- noté como se le erizaba la piel.

-Ya lo soy- empezamos a besarnos y la temperatura del ambiente fue subiendo un poquito de más.

-¿Le encargamos un sobrinito a Helena y a Fanny?- dije divertido.

-Vale... Ah... Al... Álvaro... Si... Sigue...- dijo _____ entre gemidos.

Mis embestidas eran cada vez más fuertes hasta que llegamos los dos al clímax y nos quedamos dormidos.

Sentada en el banco (Álvaro Gango)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora