Traición

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______.

Hoy Alvarito cumplía un mes de vida y Helena y yo decidimos dar una vuelta con los peques por Madrid. También llamamos a Amy y a Judit. Cuando se hizo la hora de volver a casa, las chicas me acompañaron. Vimos en la acera de enfrente de mi casa el coche de Leire aparcado y nos pareció algo raro que Leire estuviera en mi casa y no nos llamara a ninguna. Entramos a casa y Wolfi no vino a saludarnos, cosa rara y extraña. Me asomé al jardín y Wolfi estaba amarrado y llorando. Me asusté. Me asusté tanto que le dije a mi prima y a Judit que se llevaran a los peques a casa de Helena, no era normal que Wolfi estuviera atado y llorando. ¿Habrá sido Álvaro? Lo dudo, si fuera por él no lo ataría ni para sacarlo a pasear y cuando no quiere que esté dentro de casa lo deja libre en el jardín. Solté a Wolfi y me di cuenta que llevaba una herida en la pata. Lo abracé y éste empezó a darme lametones. Lo dejé suelto, el pobre iba cojeando y empezó a ladrar y correr como podía. Le seguí y, cuando llegamos a mi habitación y a la de Álvaro, vi a Leire en ropa interior en mi cama y sobre Álvaro. Iba a decirle de todo a Álvaro pero me di cuenta que estaba así con su voluntad: tenía las piernas y los abrazos atados y la boca tapada. También se veía que había estado haciendo fuerza porque se le veían las muñecas y los tobillos rojos. ¿Qué le había estado haciendo esa puta a mi marido? ¿Y qué pretendía? ¿Hacer que Annita y Alvarito crecieran con sus padres separados? ¿Esta mujer qué pretendía?

-Suelta a mi marido. YA- dije desde la puerta de mi habitación

-No es mi culpa que a tu querido marido le guste estar así- miré a Álvaro. Él me miró a mí. En sus ojos había dolor, mucho dolor, se notaba que estaba así en contra de su voluntad.

Cogí el móvil y hábilmente abrí WhatsApp e intenté mandarle un audio de voz Helena.

-Leire vete de mi casa- dije seria.

-Álvaro quiere que me quede, ¿a qué sí Álvaro?- Álvaro negaba con la cabeza una y otra vez- A tu marido le encanta usar la psicología inversa.

¿Pero qué dice? ¡Está loca! Juro que la mato.

Helena.

Estábamos en mi casa cuando me llegó un WhatsApp de _____. Era una nota de voz y se escuchaba a ella discutir con Leire y la cosa no tenía buena pinta. Le dije a Carlos que me acompañara y a las chicas que se quedaran con los niños, cogimos las llaves de casa de mi prima y fuimos para allá.

-Creo que están en la habitación- le susurré a Carlos.

Subíamos por las escaleras cuando escuchamos un fuerte golpe en la habitación de ____ y Álvaro. Llegamos y lo primero que vimos fue a ____ en el suelo con un charco de sangre alrededor.

-¿¡Pero qué has hecho!? ¿¡La has matado!? ¡¡Te mato!!- Álvaro estaba fuera de si y de la rabia rompió las cuerdas que le ataban a la cama para acabar sus manos violentamente sobre el cuello de Leire. Carlos intentaba separarlos y yo intentaba cortar la hemorragia que tenía mi prima en la cabeza.

La verdad es que Leire nunca me había caído bien del todo pero nunca pensé que llegara a eso. Carlos consiguió separar a Álvaro y a Leire y éste vino hacia mí y hacia ______.

-_____ despierta por favor. Hazme saber que estás viva, que todo va a salir bien, que esa zorra- Álvaro miró a Leire con odio, mucho odio- no te ha hecho nada y estás bien- mientras le decía Álvaro a ____ esas palabras las lágrimas caían por sus mejillas y segundos más tarde en el rostro de mi prima. ____, al notar las lágrimas de Álvaro, como si de un cuento se tratase, arrugó la nariz y movió un poco la cabeza. Álvaro sonrió y yo llamé corriendo a la policía y a la ambulancia.

Carlos.

Separé a Leire de Álvaro y ella empezó a llorar como si no hubiera hecho nada.

-Casi la matas, no entiendo por qué estás así y te haces la víctima- dijo Álvaro más calmado, muy tajante y mirando por la ventana- ¿Qué tenías en contra de ella? Ella te ayudó en todo lo que pudo y en una ocasión te salvó la vida. ¿¡POR QUÉ LE HAS HECHO ESTO!? ¿¡POR QUÉ!?- Álvaro rompió a llorar de nuevo y Leire intentó abrazarle, cosa que yo no dejé que sucediera.

-Álvaro...- _____ habló y Álvaro fue directo hacia ella- ¿Y Annita y Alvarito?- ____ casi no podía articular palabra y Álvaro sonreía. Parece increíble que en estos momentos pregunte por sus hijos...

-Están con Amy y Judit en...- dijo Helena y se dio cuenta de que Leire le escuchara tal vez lo hizo para proteger a nuestros sobrinos y nuestro hijo de ella.

-¿En dónde?- esta vez hablaba Álvaro.

-Pues en...- sonó el timbre y bajó Helena corriendo.

Helena.

Sonó el timbre y bajé corriendo.

-Policía. Abranos por favor- escuché desde fuera y, sin pensarlo dos veces, abrí. Les señalé donde estaban los demás y por lo menos seis policías y dos ATS subieron a la planta de arriba. Me senté en el suelo del salón con la cabeza entre las piernas y mirando al suelo.

No sé cuanto tiempo pasaría desde que me senté que cuando me quise dar cuenta, Carlos estaba a mi lado acariciando mi brazo derecho.

-Tranquila, todo va a salir bien- Carlos besó mi cabeza- Álvaro se ha ido a comisaría a declarar y a Leire se la han llevado a los calabozos. También Álvaro ha puesto una denuncia contra ella, yo creo que una buena orden de alejamiento le va a caer. Además, un policía me ha dicho que si mañana podríamos pasarnos por comisaría a contar lo sucedido, ¿qué te parece?- asentí y abracé a Carlos.

-Te quiero- nos besamos.

-¿Volvemos a casa? Me creo que hasta dentro de una semanas vamos a tener que cuidar tres niños...- Carlos sonreía.

-Anda vamos. Aunque yo creo que va a ser mejor que nos vengamos aquí.

-¿Por?

-Porque las cosas que necesita Alvarito no las tenemos en casa.

-Tienes razón, ¿pero qué te parece si cogemos las cosas necesarias para mañana para nuestros sobris y ya mañana venimos aquí?- mientras Carlos formulaba la pregunta iba subiendo las escaleras.

Empecé a buscar leche para Alvarito cuando la encontré la metí en la maletita donde ____ solía llevar las cosas de los peques. Cogimos todas las cosas necesarias y volvimos a nuestra casa cuando llegamos Annita preguntó por sus padres:

-¿Ónde tan mi papi y mi mami?- ¿Y qué le digo yo ahora a mi sobrina?

-Han ido a... A ver a un amigo suyo- contesté rápido.

-¿Y la Tita Leire?

-Pues...

Sentada en el banco (Álvaro Gango)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora