⁕Renacimiento: Una Nueva Era ⁕ Ateez

Capítulo 13

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Cuando regresaron a la base, ya estaba oscuro. El sol se había puesto mucho tiempo de nuevo, lo que sabían que sucedería porque el camino que tomaron fácilmente agregó otra media hora más a su viaje.

Seonghwa ya temía volver a entrar y sabía que Jongho también. Ellos serían los culpables de quedarse fuera después del toque de queda, y Seonghwa sabía que sería él quien recibiría el mayor castigo del jefe a pesar de que tenían una razón perfecta para llegar tarde, porque el jefe era un pequeño gremlin. que tenía un palo de metal de dos metros metido hasta el fondo de su trasero.

Quizás Seonghwa lo odiaba.

Aunque estuvo de acuerdo en que todo el toque de queda era una buena idea, eso no cambió nada. Solo significaba que Hongjoong tenía al menos una célula cerebral singular.

Así que todos acordaron descargar lo más rápido y silenciosamente posible para ver si podían colarse en la base sin ser notados por el pequeño gremlin enojado o sus secuaces. Y en realidad iba muy bien y Seonghwa pensó que en realidad se saldrían con la suya, hasta que entró en la cafetería para tomar un pequeño refrigerio antes de irse a terminar algunas tareas nocturnas y acostarse temprano, y vio Yeosang sentado en la silla en medio de la pasarela.

Seonghwa se congeló a medio paso y sintió a Jongho chocar contra él por detrás, casi derribándolos a ambos.

Yeosang estaba sentado allí con una de sus piernas elegantemente cruzadas sobre la otra, un libro en la mano y unas gafas de lectura redondas que le colgaban de la nariz. Llevaba el pelo recogido en otra coleta baja, una de las favoritas de Seonghwa.

De hecho, el mayor se habría parado allí para admirar la belleza del joven, excepto por el hecho de que Yeosang se veía demasiado tranquilo y feliz donde estaba sentado y leyendo descuidadamente su libro para que bajara la guardia así.

"Estoy tan contento de ver que finalmente hayan  regresado", finalmente habló el rubio, sin siquiera levantar la vista de su libro.

Seonghwa tragó saliva.

Yeosang estaba enojado .

"Tuvimos una situación", gruñó Seonghwa, su voz titubeó un poco. "No queríamos volver tan tarde".

"Oh, estoy seguro de que tienes una gran explicación de por qué has vuelto tarde una vez más", Yeosang levantó su mano libre para lamerse los dedos y pasar la página de su libro. "Siempre hay una situación en la que sales, siempre. Cada vez que algo va a suceder, debes filtrar eso en tu plan cuando salgas de este edificio".

El rubio finalmente levantó la vista de su libro, su mirada dura y penetrante. Con todo el tiempo que Seonghwa había pasado allí y a medida que iba conociendo a la gente, especialmente a los de arriba, era bastante fácil decir que Yeosang era el que más asustaba cuando se enojaba. Parecía imposible que la estatua de un hombre con su personalidad de miel hubiera sido la más aterradora, pero se hizo evidente que lo era y era mejor mantenerse alejado de él hasta que se enfriara.

"Yo ... lo sentimos", fue todo lo que Seonghwa pudo murmurar, con la mirada fija en el suelo.

"Oh, estoy seguro de que lo sientes mucho", Yeosang dejó el libro, se levantó de su asiento y se quitó las gafas para dejarlas en la parte superior del libro y comenzó a caminar hacia la pareja. "Y si no estás realmente arrepentido, entonces seguro que estás a punto de hacerlo. Tuve que sentarme en la oficina del jefe, escuchándolo  sobre cómo deberías haber regresado hace tiempo. Tuve que intentarlo y Razonar con él que todavía estabas bien y que no necesitaba enviar un grupo de búsqueda y que debería quedarse dentro de su oficina en lugar de venir aquí para hablar con ustedes dos porque ambos sabemos que les arrancaría la cabeza. Especialmente a ti-"