❝Seo Changbin es el hijo mayor de una familia con gran renombre, decidido a encontrar el amor -o al menos con quien fingirlo- realiza una fiesta de antifaces en su hogar. ¿Qué pasaría si sus padres se enteran que cayó ante los encantos de un caballe...
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Changbin veía con parsimonia como su hermana peinaba sus cabellos mientras la mujer que les había cuidado por años limpiaba un poco la zona donde ellos se encontraban, claro que ambos se habían ofrecido a ayudar pero Tae Yeon no lo permitió pues era trabajo de ella más no de esos dos pequeños revoltosos.
—¿Se quedarán observando lo que hago?
Los menores rieron un poco.
—Nuna estamos aburridos —se quejó el peligris—. ¿Qué podemos hacer?
La mujer llevó una de sus manos hacía su mentón, como sí eso le fuera ayudar a pensar, ambos jóvenes la miraban expectantes como sí ella realmente les fuera a dar la solución a sus problemas.
—¿Por qué no alistan las cosas para el evento que tendrán? —vio al chico arrugar su ceño—. ¿Pasa algo Bin?
Un suspiró escapó de los labios del bajito haciendo que la mujer lo miré inquisitiva, este solo le regalo una pequeña sonrisa antes de hablar.
—No es como si me emocione aquel evento que mi madre me ha obligado a realizar nuna —masculló—. Tan solo es una fachada para cubrir el hecho de que me quiere emparejar con la hija de alguno de los socios de mi padre.
La castaña se acercó y acarició las hebras rebeldes del menor mientras le regalaba una cálida sonrisa.
—Pero eso es lo de menos Binnie —murmuró—. Tu madre no puede mandar en tu corazón y no importa cuanto lo intente, no lo logrará —el menor sonrío un poco—. Además, son solo ideas de la señora Seo más no de tu padre, estoy segura que él no querría que su hijo este en una relación sin amor.
Changbin le miró un tanto curioso pues aquello había sonado como si conociera la situación del matrimonio de sus padres pero quizá solo era idea suya.
—Ryujin–ssi —la chica posó su mirada sobre ella—. ¿Ya sabes que utilizarás?
—Algo así —murmuró—. Tengo dos opciones onni pero no sé cuál usar —un puchero se posó en sus labios.
Tae Yeon miró al mayor de los hermanos y lo señaló con el pequeño plumón que cargaba en sus manos.
—Deberías ser como tu hermana Binnie —dijo divertida—. Una fiesta es una fiesta, además los conozco desde pequeños y sé que no se quedarán quietos —los hermanos se miraron antes de reír por lo bajo—. Así que no dejes que las actitudes de tu madre dañen un momento de diversión, eres joven cariño, disfrútalo.
—Nuna~
Los ojitos del menor brillaban, aquel brillo que ella siempre amaba ver en los ojos de cada pequeño que tenía cerca.
