❝Seo Changbin es el hijo mayor de una familia con gran renombre, decidido a encontrar el amor -o al menos con quien fingirlo- realiza una fiesta de antifaces en su hogar. ¿Qué pasaría si sus padres se enteran que cayó ante los encantos de un caballe...
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Rezongó cuando sintió la luz bañando su rostro, cubrió con la almohada más que pudo aun así sentía el resplandor de está cayendo sobre su piel y la sábana que cubría su desnudez. Tanteó a su lado en busca del cuerpo ajeno pero solo se encontró con aquel lado frío, siento una ligera presión en su pecho ante ello.
Sintió unos pasos por el pasillo haciendo que su cuerpo se tense ¿y si alguien había ingresado? Tapándose lo más que pudo se sentó, sonrío cuando reconoció aquellas hebras grises asomarse por la puerta.
—Hey.
Las mejillas del mayor se tiñeron ligeramente por su voz, notaba la vergüenza en sus ojos.
—Has despertado —susurró—. Buen día.
Y, esa sonrisa que parecía iluminar más que el sol, surcó aquella acanelada piel haciendo que su corazón latiera ligeramente errático y una sonrisa también se pose en su rostro instantáneamente. Golpeó el colchón suavemente invitando al chico, que aún se encontraba en el marco de la puerta, a tomar asiento junto a él.
—Buen día —saludó.
Apenas lo tuvo con él se permitió juntar sus labios en un beso suave y cálido, Changbin suspiró cuando se apartaron.
—¿Qué fue eso?
—Uh... ¿los buenos días? —sonrío.
—Seungmin...—regañó.
—Hyung —imitó su tono de voz—. ¿No te gustó?
El mayor notó el puchero que se había formado en los labios ajenos y rio bajo, tomando las manos del menor entre las suyas volvió a soltar un suspiro para iniciar a hablar.
—Claro que me gustó —murmuró—. Pero esto...—negó—. Ni siquiera sé que es esto —rio suave—. ¿Siquiera te gusto?
Seungmin pestañeó confundido ¿Le gustaba Changbin? El peligris buscó su mirada pero este se la apartó haciendo que el corazón del mayor doliese, notó el semblante del chico cambiar a uno confundido y liberó el agarre de sus manos.
—No necesitas responderme —murmuró—. Está bien que disfrutemos esto, pero...—suspiró—. ¿Y si confundimos las cosas?
El menor frunció el ceño, claro que no podía afirmar tener un gusto en el mayor pero si estaba demasiado seguro en que todo esto se sentía correcto y que el tacto del peligris sobre su piel parecían estar tatuadas en esta.
—Hyung...—tomó el rostro ajeno entre sus manos—. No apresures a pensar cosas erróneas —la mirada del mayor entristeció—. Puede que sea difícil confirmar que me gustas, pero todo esto que ha pasado en esta noche...—sus mejillas se sonrojaron—. No fue solo para disfrutarla ¿piensas que he venido solo a saciarme?
