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La habitación apenas y se encontraba alumbrada por la pequeña lámpara que tenía encendida sobre el velador junto a su cama, soltó un suspiro mientras restregaba su rostro con ambas manos en señal de cansancio o frustración, cualesquiera de las dos...

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La habitación apenas y se encontraba alumbrada por la pequeña lámpara que tenía encendida sobre el velador junto a su cama, soltó un suspiro mientras restregaba su rostro con ambas manos en señal de cansancio o frustración, cualesquiera de las dos opciones eran viables para él. Dió un respingo en el lugar cuando escuchó la puerta siendo abierta haciendo que sus manos abran rápidamente los folios frente a él mientras pretendía estar concentrado leyendo la información dentro de ellos.

—¿Oppa?

Aquella voz la reconocería en cualquier lugar, a cualquier hora y en cualquier momento.

—¿Ryujin?

La peliazul adentro su cabeza en la habitación, una gran sonrisa en su rostro que hacía a sus mejillas abultarse y sus ojos desaparecer.

—¿Podrías tocar la próxima vez la puerta? —dijo con cierta molestia.

Su mirada recorrió a su hermana cuando esta ingresó totalmente para cerrar la habitación, venía vestida de una forma totalmente distinta a como ella realmente lo haría.

—¿Acaso has ido a conocer a los Reyes de España y no me has dicho?

—Quisiera que haya sido eso —dijo con molestia—. Mamá me ha obligado ir a una cita...—el peligris abrió sus ojos con sorpresa—. ¡Una puta cita!

—Modales señorita —remedó burlón el tono de voz que su madre usaría—. ¿Con quién ha sido esta vez?

—El mayor de los Choi —arrugó su nariz.

—¿Choi Yeonjun? —asintió—. ¡Pero si Yeonjun es más gay que todos los gais!

Ryujin soltó una risilla que resonó en toda la habitación, amaba escuchar la risa de la pequeña.

—Changbin oppa...—dijo mientras se acercaba—. ¿Qué lees?

El mayor encogió sus hombros desinteresado dejando que la chica se acerqué mientras iba retirando sus tacos y lanzándonos por cualquier parte de su habitación.

—¿Por qué tienes información de chicas? —arrugó su ceño—. ¿Eres un proxeneta?

Changbin golpeó la frente de su hermana haciendo que esta se queje.

—¿Qué mierdas dices? —rio—. ¿Quién más daría información de chicas como si de nada se tratase?

—Mamá.

Soltó un suspiro mientras veía como su hermano asentía, regresó su vista hacía las fotos en cada folio y arrugó su ceño.

—Esto es muy acosador ¿no lo crees?

—Sabes bien que las familias dan la información como si fuesen objetos —dijo molesto—. Por eso me alegra un poco que aceptes las citas que mamá te organiza, no quiero que tu información acabe así sobre la mesa de un enfermo.

Sƚαყ Ⴆყ Mҽ - SҽυɳɠႦιɳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora