❝Seo Changbin es el hijo mayor de una familia con gran renombre, decidido a encontrar el amor -o al menos con quien fingirlo- realiza una fiesta de antifaces en su hogar. ¿Qué pasaría si sus padres se enteran que cayó ante los encantos de un caballe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El realmente estaba intentando cubrir como podía la pigmentación que bañaba sus mejillas, no había pensado que estaría en aquel lugar nuevamente después de tan poco tiempo aparte de que la presencia del mayor a su lado, quien parecía estar inmerso en las miles de cajas que habían sacado, le hacía sentir un poco incómodo, pero no en el mal sentido, solo no sabía cómo sentirse con él.
—¿Qué foto es la que viste?
La voz del mayor lo sacó de sus pensamientos, carraspeó un poco para aclarar su garganta cuando notó la mirada ajena del chico sobre él.
—Ya te dije que se veía en época escolar —frunció el ceño.
Vio como rodaba sus ojos con molestia mientras apartaba dos cajas de su lado y acercaba otras dos en su lugar.
—Son sobre su época universitaria y esas no estuvo aquí —musitó—. Estas son de su época estudiantil aquí en corea, supongo que aquí habrá alguna clase de anuario —frunció su ceño.
Pestañeó confundido cuando vio como le era extendida una de sus cajas, la risa contraria no tardó en resonar por el lugar haciéndolo bufar.
—¿Esperas que solo busque algo? —enarcó una de sus cejas—. Es por tus padres que hemos venido a buscar entre los recuerdos del mío, así que no lo haré solo.
—Soy alérgico al polvo —alegó.
—Y yo a la vida —burló—. No buscaré yo solo Kim.
Tomando la caja de mala gana y mascullando algo que el mayor pensó serían insultos se dispuso a bajar del mueble, quedando así sentado a la par del más bajo quien lo miro extrañado.
—¿Qué? —enarcó una de sus cejas—. El mueble es blanco, esto tiene polvo —señaló—. Lógica Seo.
La risa de Changbin volvió a escucharse en el amplio lugar, el menor chasqueó con molestia la lengua ante la actitud del más bajito.
Sumidos en un profundo silencio habían iniciado con su búsqueda en las cajas, ambos deshaciéndose de documentos que no eran importantes para lo que les interesaba encontrar y colocando uno encima del otro los anuarios o todo pequeño álbum que contenga una que otra foto.
—Seo Eun–kwang...—murmuró—. Tu padre era un niño muy lindo.
—Sí, mi abuela solía decir que todas las niñas estaban tras de él —encogió sus hombros mientras revisaba un pequeño álbum—. Sinceramente, nunca le creí.
Seungmin soltó una suave risa que lo hizo sonreír, el silencio volvió a llenar la sala del pequeño hogar, ambos sumidos en las distintas páginas.
