30 Días de tu OTP: BruDick

Lesión

— ¿Estás diciendo que soy un estorbo?—dijo Dick con la voz llorosa y enfadada.

—No me refería a eso—Bruce también estaba furioso, pero trataba de mantener al margen la ira en su voz.

— ¡Lo dijiste! ¡Lo hiciste!

—Dick...

—Maestro Richard, sea comprensivo, no puede salir a patrullar con un pie torcido—Alfred se acercó, extendiendo una bandeja de panques con chocolates a Robin, que se negó rotundamente a tomar uno, cruzándose de brazos, viendo a Batman de forma herida.

—No está roto, aún puedo caminar y saltar. Solo me muevo más lento.

—Dick, no iras, es mi última palabra—Bruce sentenció, poniéndose la capucha de Batman.

—Somos socios, no puedes dejarme ¿Quién te va a cubrir la espalda si no estoy yo?

—Estaré bien por una noche—Dick se mordió los labios.

— ¡Una noche siempre hace la diferencia!

Tanto Bruce como Alfred se quedaron fríos, sabiendo que Robin hacía referencia a la noche en la que ambos habían quedado huérfanos. Batman se dio la vuelta y abrió la puerta del Batimóvil, subiendo de un salto.

— ¡Batman!—grito impotente.

Bruce no volteo, porque supo que si lo hacía cedería ante los suplicantes ojos azules de Robin, que en ese momento lo miraban irse.

Esa fue la primera vez que Batman salió a patrullar sin Robin, desde que Dick había llegado a su vida.

°•°•°•°

— ¡Maestro Bruce! ¡Vuelva a esa cama ahora mismo!

Dick pudo escuchar el grito de Alfred desde la sala. Acababa de entrar a la mansión por la puerta trasera y esperaba al menos poder pasar a su antigua habitación a buscar algunas cosas antes de ir a pelear con Bruce.

No fue así.

Resoplo y subió a prisa las escaleras, encontrándose con Tim y Damian en el pasillo, ambos huyendo del griterío que venía de la habitación principal. Los dos hermanastros ya no se molestaban en tratar de convencer a Bruce de que descansara un poco más, sabían que no los escucharía pero con Dick... con él era diferente.

—Bruce—Richard entró a la habitación, haciendo una seña con las manos al mayordomo para que los dejara solos. Alfred asintió, soltando un suspiro de alivio.

—No lo haré—siseo Bruce.

—Aun no digo nada, pero... supongo que ya sabes lo que voy a decir. Siempre me haces decir lo mismo.

Era irónico, Dick podía verse a sí mismo postrado en esa cama gritándole a Batman que no se quedaría en casa, pero ahora era él el que trataba de convencer a Bruce, como si fuera un niño de 5 años.

—No vas a salir Bruce, yo te cubriré esta noche. Me debes otra.

—Tienes a Blüdhaven, ve a tu ciudad—Dick apretó su puño.

—Stephanie y Tim me relevarán.

— ¿Piensas salir solo?—Nightwing le lanzó una mirada divertida.

— ¿Y qué Little D no cuenta? Mi Robin está esperándome abajo, no soy como Batman, que se jacta de trabajar solo cuando tiene a más de 7 compañeros, estaré bien.

Bruce se dejó caer en la cama de forma brusca, como si no tuviera roto un brazo y una pierna. Después de eso Dick lo dejó solo, regodeándose por dentro.

Había cosas que cambiaban con el tiempo, pero también había cosas que no lo hacían nunca.